McKenzie Michele Carey y su padre protagonizan emotivo baile en una función escolar.
Estas imágenes son un claro ejemplo de que un padre como Mike, es capaz de todo por ver reír a su hija. Sin duda es una muestra de amor incondicional, entrega completa, sacrificio, esfuerzo y amor por nuestros pequeñitos que nos iluminan el alma.
La hermosa McKenzie Michele Carey tiene 12 años y desafortunadamente sufre de una enfermedad que impide que sus células funcionen correctamente, lo que provoca que la pequeña no pueda hablar ni moverse.