Su madre quiso abortarla, pero su intento resultó fallido

Este testimonio es único. La que habla aquí es Gianna Jessen, una mujer que sobrevivió a lo imposible. Su madre literalmente la quemó viva mientras ella estaba en el útero. Ese intento de aborto fue fallido; Gianna pudo salir adelante y recuperarse del procedimiento.

Ahora ella tiene parálisis cerebral debido a la falta de oxígeno que sufrió en aquella ocasión. Pero eso no le ha impedido hablar para defender sus ideales. Este es un video que vale la pena conocer, esté uno de acuerdo o no con las políticas sobre el aborto:

A Gianna le faltaba muy poco para nacer cuando le hicieron el procedimiento a su madre. Ella pudo sobrevivir, pero quedó con graves secuelas debido al método utilizado.

Ahora relata lo que le tocó vivir y cómo ha crecido sabiendo lo que su madre le hizo. El testimonio está conmoviendo a millones de personas.

No es fácil comunicarse con Gianna Jessen. Los números de teléfono disponibles, o conducen a una compañía de representantes o directamente a la grabación de ‘Alive! Ministries’. La voz pausada, leve, es la de Gianna.

Gianna se toma su tiempo para devolver las llamadas. Y es que, pese a que la joven de rostro pálido y sonrisa rápida es alegre, bromista y extrovertida con los suyos; es prudente y casi tímida con la gente de la prensa.

Alguien alguna vez comentó que esta prudencia se debe tal vez a que las secuelas de su palasia cerebral –que incluyen una nada leve cojera- la hacen insegura; pero esa es una hipótesis difícil de admitir para cualquiera que ha visto la seguridad y humor con los que esta frágil mujercita sobreviviente de un aborto enfrenta auditorios de todo tipo alrededor del mundo.

Más plausible parece ser la hipótesis de quienes sostienen que Gianna debe filtrar sus llamadas porque, junto con las multitudinarias muestras de admiración, también ha sabido atraer oscuros e inimaginables odios de quienes defienden el aborto. Que esa sea la razón por la cual no contesta directamente el teléfono es solo una hipótesis, y no algo que Gianna diga de sí. Sin embargo, que hay personas que tienen un encono contra ella no es una hipótesis. Es una increíble realidad.

¿Cómo es posible que esta mujer con cara de niña y andar frágil, que ha convertido su vida en un testimonio a favor de la vida, desde cómo sobrevivió a un aborto, cómo perdonó a su madre biológica y cómo comprende a las mujeres que abortan, pueda atraer el odio de alguna gente? Difícil saberlo. Los teólogos dirían simplemente «mysterium iniquitatis«, el misterio de la iniquidad. Para un periodista, simplemente no hay explicación.

Pero los insultos, las burlas, los gritos furiosos y hasta las amenazas que ha enfrentado Gianna en su vida pública no son una invención. Ni han abundado, ni han sido parte importante de su vida, es cierto, pero están allí, concretos, con su misteriosa y oscura presencia.

 

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