Su desesperación aumento y entonces los padres de Collin decidieron trasladarlo a otro Hospital, uno que tenía más prestigio, los mejores doctores pero también con los costos más elevados, sin embargo, era todo con tal de que su pequeño estuviese bien.

En cuanto llegó fue analizado por diversos especialistas, mismos que lograron determinar la razón del estado de Collin: una garrapata se encontraba plantada detrás de su oreja. No pudieron precisar cuánto tiempo llevaba ahí pero había succionado la suficiente sangre para que casi todo el cuerpo de Collin quedara paralizado y es que estas poseen una neurotoxina en sus glándulas salivales, es decir, mientras se alimentan la toxina entra al torrente sanguíneo. Es entonces cuando ocurre lo que se conoce como «parálisis ascendente», primero comienza a paralizar las piernas y luego todas las demás partes del cuerpo.

Los doctores expusieron que Collin había estado a punto de sufrir un infarto al corazón pero afortunadamente pudieron hacer lo posible por estabilizarlo y deshacerse del problema. Al ser removida la garrapata, los efectos de la neurotoxina comenzaron a desaparecer y Collin recuperó la movilidad de su cuerpo.  

Que fortuna que las benditas manos de esos médicos hayan podido salvar la vida del pequeño Collin. Es necesario recalcar que se debe tomar precauciones pues aunque estos casos no son muy comunes, si existen y las consecuencias que estos bichos pueden traernos son fatales.