Los niños son hermosos sin importar qué diferencias tengan con otros bebés. Esto defiende un padre británico ante las críticas que dicen sus seguidores en su blog al llamar a su hija que tiene Síndrome de Down un “error”.
Este cruel comentario se basa a que el padre, Rory Feek, tuvo una hija con una mujer que sufría de cáncer, con quién se casó y era llamada Rory, pero ella falleció. La bebé conoció a su madre desde muy pequeña y es la bendición del padre.
“Al final, te das cuenta de que ella no es menos. Ella es más. Más maravillosa y más preciosa y lo más importante en nuestras vidas”, dijo Rory, quién le pareció extraño que sus conocidos lamentaran la situación al conocer que su bebé tenía síndrome de Down, ya que opinaban que sería una carga y no sería una niña normal. Sus palabras dan a reflexionar y romper ciertos mitos de tener un niño con Síndrome de Down:
“Dios no comete errores. Indiana no es menos que cualquier otro niño. Ser diferente no es ser menos. Que tenga Síndrome de Down no hace que su vida sea menos importante que la de otra persona, o que sus sueños y sentimientos sean menos significativos.
Joey y yo hemos conocimos a muchos niños y bebés con Síndrome de Down y otras necesidades especiales. Hemos tenido la bendición de ver un montón de ellos estudiando en la escuela secundaria en los últimos meses, y no son menos importantes. Ninguno de ellos lo es. Al igual que todos los niños, vienen en todas las formas y tamaños. Algunos aprenden más rápido, algunos más lento. Algunos son silenciosos y algunos ruidosos. Algunos gatear y caminar antes que otros y algunos, como Indy… toman su tiempo. Pero todos son bellos. Todos son regalos del cielo.
En los últimos años escuchamos acerca de unas estadísticas que nos rompieron el corazón. Todavía lo tengo roto. En algunos lugares entre el 70 y 90% de las madres embarazadas se hacen una prueba para saber si su feto tiene Síndrome de Down. Si es así, lo abortan.
Cuando Indy nació, Joey y yo dijimos: ‘Este es el niño que Dios quiere que tengamos‘. Eso decidimos creer. Y estábamos en lo cierto. No me puedo imaginar a Joey sin tener esos dos años siendo mamá de Indiana, y sin llegar a experimentar el amor y la felicidad que le dio. Dios sabía por qué. Él lo hizo así. Fue su regalo para ella. Al igual que Indy es mi regalo ahora. Ella da la sonrisa al rostro de un padre que debiera estar llorando. Ella es la alegría en la vida de una familia que debiera estar llena de tristeza.
Todavía tengo mucho que aprender y no tengo ninguna dudas de que mientras yo le estoy enseñando… ella me estará enseñando a mí. No, Dios no comete errores”, Finaliza Rory.
Si temes a que tu bebé tenga sindrome de Down o está pasando esa por una situación un familiar o amiga, te compartiomos un tierno video de esta familia.