Cuando los papás de la pequeña Elena Desserich supieron que tenía cáncer cerebral, decidieron no decirle nada. Su hijita era muy pequeña y ellos querían que disfrutara los meses que le quedaban de forma inocente y sin el peso de esa noticia. Sin embargo, seguramente ella se enteró de todas formas… porque hizo algo que te emocionará hasta las lágrimas.
Poco antes de que diagnosticaran el cáncer cerebral de Elena la familia Desserich -su padre Keith, su mamá Brooke y su hermana Grace- comenzó a remodelar su casa. Por supuesto, cuando se enteraron de su enfermedad dejaron ese trabajo pausado para dedicar su dinero y energía al cuidado de la pequeña.
Pasaron los meses y Elena disfrutó compartiendo con su familia y repartiendo amor y cariño entre sus seres queridos.
“Tendemos a pensar que vamos a recordar bodas, cumpleaños, pero al final del día lo que más recuerdas es tomar su mano cuando la llevas al colegio, los besos que le das al salir por la puerta”.
-Keith Desserich, en The Hours–
La pequeña murió el año 2007. Sus padres estaban devastados, pero sabían que debían continuar dando sus esfuerzos para la pequeña Gracie.
Comenzaron a ordenar la casa después de vivir arrumados en tres habitaciones, y en ese proceso comenzaron a encontrar notas de su querida hija.
“Movimos un libro y una nota cayó. Primero pensamos que no era nada: una nota que trajo de la escuela, quizás. Después encontramos una en un disco compacto. En la repisa había una nota entre cada disco. En el cajón de calcetines había otra”.
-Keith Desserich-
Su papá explica que los mensajes son mu simples: “Los amo mamá, papá y Grace”. A veces incluyen recortes o flechas para enfatizar sus palabras.
La familia comenzó a recopilar las notas y quisieron compartirlas con sus familiares, lo que hicieron en una página web cuyo nombre pensaron que nadie descubriría (por la dificultad para escribir su apellido).
Sin embargo, la página poco a poco se fue haciendo conocida y pasó lo que la familia Desserich temía: mucha gente podía ver las notas que dejó su querida hija.
Después de pensarlo, Keith y Brooke decidieron que era una oportunidad para lograr ayudar a más personas. Con la web y las notas crearon un libro llamado “Notes Left Behind”, cuyas ganancias destinan a la investigación del cáncer cerebral.
Keith cuenta que no quiere encontrar todas las notas y que voluntariamente tiene una que no ha abierto porque no quiere que haya “un final” a la historia que vive cada vez que encuentra una nueva.
“Hay cosas que nunca compartiremos con nadie más que Grace”.
-Keith Desserich-