Si tienes hermanos pequeños seguro que en las cenas familiares recordáis lo que hacíais con ellos cuando erais pequeños. Si sois los pequeños, seguro que os cuentan unas cuantas cosas que os hacían que os harán más o menos gracia, según sea la trastada.
Algo así es lo que pasó en casa de Gina Gardner, cuando tras un rato de silencio su sentido arácnido (¿o sentido maternal?) le sacudió como un calambre en la espina dorsal avisándole de que algo habían hecho: «Demasiado tiempo sin oírles», se dijo. Así que cogió la cámara y fue a buscarles. Seguro que al verles se dijo eso de: menos mal que le dimos un hermanito a Emily, así ha podido ¡llenarle de crema de cacahuete!
Ella con 3 años y él con 18 meses, subidos encima de la mesa creando un pequeño cacahuete humano. Y lo mejor es que a Ethan, el pequeño, le parece estupendo. Se ríe, contesta a las preguntas de mamá, saluda y aplaude cuando su hermana también lo hace.
Y es que los hermanos pequeños son así de mágicos, de graciosos, de adorables. Confían tanto en sus referentes pequeñitos, en esos «pequeños adultos» que parece que saben lo que hacen, que les acompañan hasta el final, en sus ideas, pese a que sean descabelladas.
Si quieres saber algo más acerca del vídeo, deciros que fue grabado, en realidad, en el año 2004. De alguna manera se hizo famoso y gracias a ello viajaron con todos los gastos pagados a Chicago, a ver a Oprah.