La ilusión del nacimiento de un bebé nos acompaña durante 9 largos meses. Los cuidados, el amor y la emoción van creciendo poco a poco hasta que llega el gran día de tener al pequeño en brazos. Pero no todos los nacimientos son tan sencillos, y algunos son testigos de las más grandes muestras de amor de parte de los padres.
Karisa Bugal y su esposo llegaron a la sala de emergencias con la ilusión de conocer a su pequeño bebé pocas horas después, lo que no sabían es que ella era una de las poquísimas mujeres que sufrían de embolia de líquido amniótico. Una situación que no se puede prevenir de ninguna manera y que pone tanto a la madre como al pequeño en un gran riesgo de muerte.
La embolia de líquido amniótico afecta a un parto entre 100,000 y sucede cuando los fluidos que rodean al bebé llegan a la sangre de la madre, apagando todos sus órganos.
Los doctores se dieron cuenta del padecimiento ya que los latidos del bebé se hacían cada vez más lentos, y tuvieron que dar a los padres dos opciones para poder salvar a alguien.
Karisa tenía que decidir entra hacerse una cesárea con anestesia, que salvaría a su bebé y la mataría a ella, o una cesárea sin anestesia que la salvaría a ella, perdiendo al bebé.
Conoce la conmovedora historia y la decisión de Karisa en el siguiente video.