Los padres siempre terminan enamorándose de las princesas, y no son precisamente sus esposas, sino sus hijas. Llegan a tal punto que terminan siendo la luz de sus ojos, para muestra, este vídeo.
Los padres siempre terminan enamorándose de las princesas, y no son precisamente sus esposas, sino sus hijas. Llegan a tal punto que terminan siendo la luz de sus ojos, para muestra, este vídeo.