En la vida ocurren muchos milagros, se quieran o no creer definitivamente hay historias dignas para contarse y que sin duda sus protagonistas jamás olvidarán. Esto sucedió cuando nació Silas Johnson, un bebé prematuro hijo de Chelsea Phillips, quien vio la luz en una condición simplemente asombrosa. Resulta que al momento de nacer el saco amniótico que protege al bebé debe romperse e iniciar la labor normal de parto, este saco protege a los pequeños dentro del vientre materno, alimentándose por medio del cordón umbilical que le une a la madre. Horas antes del parto, este saco debe romperse y liberar su contenido líquido, tras lo cual se programa el nacimiento.
Sin embargo Silas fue el protagonista principal de un suceso que acontece cada 80,000 nacimientos, el saco amniótico permaneció intacto y así nació, fuera del vientre de su madre pero recibiendo aún su oxígeno y alimento. El evento sorprendió a médicos y auxiliares de enfermería, a tal punto que el médico William Binder no se contuvo y tomó las asombrosas fotografías, al mostrarlas explicó que definitivamente fue un momento muy conmovedor que lo dejó sin aliento.
La madre de Silas aún no se percataba de lo sucedido hasta que su propia mamá le mostró la imagen captada por el doctor. Ella describe el momento como una película en la que podía distinguir claramente su cabeza y cabello. El pequeño estaba en posición fetal, algo único sin dudas.
El parto se dio de manera prematura en el sexto mes de embarazo, lo que obligó a trasladar al pequeño a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, pero al cabo de un tiempo volvió a los brazos de su madre. En el siguiente enlace puedes ver la historia con detalle, simplemente un milagro médico.
