La escena de esta foto, que parece sacada de una película de ciencia ficción en la que un pequeño visitante de otro planeta es visto por una señora terrícola, no es tal. Es solo un frame de un vídeo que corre por internet desde hace tiempo en el que se ven unos niños jugando en el barro hasta el punto de ir llenos, hasta arriba, de la mezcla de tierra y agua, en una escena que no a todos los padres les haría gracia.
¿No es malo para su salud? ¿Acaso es bueno? ¿Dejarías que tus hijos se revolcaran en el barro como los de este vídeo?
¿Les dejamos hacer esto
Pues no. Normalmente no porque luego entran en casa y te lo dejan todo perdido, y luego hay que limpiar lo que han manchado, además de tener que bañarles sacándoles barro hasta de las orejas.
Aunque siempre hay momentos en que tenemos más paciencia o nos importa menos que lo hagan (por ejemplo, si estamos de vacaciones), y tenemos la duda de si es positivo o si puede hacerles daño de alguna manera.
¿Acaso es bueno?
Durante mucho tiempo se ha considerado que los niños que van más sucios, que siempre están revolcándose por el suelo, están en riesgo de coger más enfermedades. Sin embargo, si tenemos en cuenta los últimos estudios al respecto esto no es así.
Hace un año, por poner un ejemplo, te explicamos que para la salud de los niños era mejor fregar los platos a mano que con lavaplatos, pues así quedaban menos estériles. La consecuencia era que los niños sufrían menos alergias.
Lo mismo sucedía cuando los niños comían alimentos fermentados o comprados en una granja. Cuando hay más microbios el sistema inmunitario se activa más y aprende a vivir con ellos o a combatirlos, produciendo anticuerpos que disminuyen el riesgo de alergias.
Pero no solo es bueno a nivel de salud, sino que es positivo a nivel emocional y cognitivo: los niños se sienten más libres, pueden explorar, jugar, conocer el barro, la naturaleza, divertirse con otros niños… lo que debería ser la infancia y hace tiempo que apenas vemos en los niños de hoy en día.
¿No crees?