A veces los padres expresan menos sus sentimientos, pero quieren y aman a sus hijos y se muestran inseguros sobre la educación que intentan darles: siempre la mejor, pero siempre podría mejorarse.
Ocho niños se pusieron a dibujar a sus padres tal cual los ven mientras, al mismo tiempo, los progenitores cuentan lo que sienten al ser padres. «Para mí ser padre es algo muy grande», comenta uno de ellos. «Si no es padre es que no se puede explicar». «Es lo más preciado que tengo». Así se suceden las emotivas palabras de estos padres sobre lo que sienten sobre sus hijos.
También hay tiempo para la autocrítica, esas veces en las que estos padres se ponen nerviosos o se enfadan, lo que hace que quieran mejorar: «me gustaría ser más tolerante», asegura uno de estos padres. «A veces me hace ser muy duro pero es simplemente porque quiero que sean lo mejor de lo mejor», agrega otro.
Pero luego llega el mejor momento. Son los niños los que cuentan qué representan los dibujos que han hecho, y qué piensan de sus padres, emocionando y haciendo saltar las lágrimas a sus progenitores y a todos los espectadores.
«Mi padre es como un súper héroe». «Me gusta que mis padres estén contentos, que se den besitos, que no se peleen». «Mi padre es muy fuerte y muy guapo». «Mi papá está loco como una cabra, siempre juega conmigo y me hace payasadas». Y así en todas las ocasiones: ni una tristeza, ni una palabra de crítica.