Los bebé son seres realmente frágiles y sus cuidados deben ser exhaustivos, es cierto que ellos pueden estar en el suelo y realizar ciertas actividades estimulantes que beneficien su desarrollo psico-motor, pero es necesario tomar precauciones para evitar enfermedades en el bebé.
Las probabilidades que un bebé se enferme con más facilidad que un adulto se debe a varios factores, sin embargo, seremos específicos con el hecho que el niño pasa tiempo en el suelo, y este lugar puede estar lleno de infecciones; la misma dosis de una sustancia puede ser inocua para un adulto, pero muy dañino para un bebé.
¿Cómo evitar que el bebé corra riesgos dentro de casa?
- Pesticidas caseros
Es común que en las casas haya plagas que transmiten muchas infecciones, por lo que si las controlas con pesticidas, no debes aplicarlos en los lugares cercanos al niño.
- Plomo
Es sabido que las dosis grandes de plomo pueden ocasionar graves daños al cerebro del niño. Las dosis pequeñas pueden reducir el cociente de inteligencia, alterar la función enzimática, retardar el crecimiento, entre otros trastornos. Este contaminante es posible que se encuentre en pinturas de plomo y en el agua potable.
- Agua contaminada de otra manera
Actualmente, gran parte de las ciudades modernas cuentan con buenos acueductos, por lo que el agua es apta para el consumo humano. Sin embargo, quedan localidades donde el abastecimiento de agua contiene sustancias nocivas.
- Aire interior contaminado
Los bebés pasan gran parte del tiempo dentro de la casa, la cual no está exenta de tener algunos contaminantes:
- Monóxido de carbono: este gas se produce cuando se queman combustibles y puede entrar a la casa de muchas maneras: por las estufas o calentadores de petróleo sin respiraderos adecuados; cocinas de leña; estufas a gas u otros aparatos que no están regulados.
- Benzopineros: con la combustión incompleta de tabaco o madera, aparecen partículas orgánicas como la brea. Esta sustancia puede producir diversas enfermedades como: irritación de ojos, nariz y garganta, asma, bronquitis enfisema y cáncer.
- Emanaciones diversas: es común que al momento de hacer el aseo, utilicemos fluidos de limpieza como aerosoles o pinturas que pueden ser altamente tóxicas.
- Formaldehídos: muchos son los productos que contienen esta sustancia, como son: las resinas de la madera sintética con que se hacen los muebles, o el encolado de las telas decorativas. Este gas puede provocar: problemas respiratorios, salpullidos, náuseas, entre otros síntomas.
- Moho: en los lugares húmedos es fácil la aparición de hongos que pueden ocasionar problemas respiratorios, bronquitis y otras enfermedades en los niños.
- Radón: este gas incoloro, inodoro y radioactivo, se produce de manera natural por la desintegración del uranio en las rocas y suelos. Su inhalación puede provocar cáncer pulmonar.