Actuar rápidamente es fundamental para evitar consecuencias mayores en este tipo de accidentes. Sin embargo, lo más importante es tomar las medidas de seguridad para evitar que nuestros niños ingieran por error cualquier tipo de fármacos.
Experto: Fernando Martínez, pediatra y coordinador médico de Help.
No dejar los remedios al alcance de los niños es una medida básica para prevenir accidentes, pero lamentablemente en muchos casos esta simple precaución no se lleva a cabo debidamente. Esta es una de las razones por la cual las intoxicaciones por fármacos es una de las causas más comunes de este tipo de emergencia médicas en el hogar. De hecho, más de la mitad de los episodios de intoxicación de pacientes en edad pediátrica son producidos por medicamentos.
Por eso, es de vital importancia ser estrictos con este tema, y tomar todas las medidas de seguridad que sean necesarias para evitar que los medicamentos terminen convirtiéndose en un peligro para los más pequeños.
“Nunca se debe administrar remedios a los niños diciéndoles que es una golosina, o haciendo un juego para facilitar la ingesta, pues esto los puede confundir, y finalmente provocar una intoxicación posterior”, señala el dr. Fernando Martínez, pediatra y coordinador médico de Help.
Además, hay que mantener siempre los remedios en sus respectivos envases, rotulados correctamente y en lugares fuera del alcance de los niños. “Por ejemplo, se debe evitar dejarlos sueltos dentro de la cartera, en el velador o sobre la mesa”, indica el especialista.
Por su parte, antes de suministrar o consumir un medicamento, se debe revisar siempre su fecha de vencimiento, y en caso que ya estén vencidos, lo aconsejable es eliminarlos en el inodoro para evitar que otra persona pueda consumirlos por error.
Reaccionando ante una intoxicación
Cuando los padres o adultos que están a cargo del niño sospechan que se puede haber producido una intoxicación por medicamentos, es fundamental reaccionar de manera rápida, pues en estos casos una atención oportuna es vital.
Lo primero que se debe hacer es identificar el tipo de medicamento, y tratar de determinar la cantidad ingerida revisando el envase para ver si consumió todas las píldoras. En caso de que se trate de un jarabe, hay que fijarse en la ropa del niño, pues si está chorreada es un indicador de que no ha consumido todo el contenido del frasco.
Además, se debe establecer contacto vía telefónica lo antes posible con un servicio de orientación médica, para determinar si la ingesta es potencialmente peligrosa para la salud del niño y recibir recomendaciones respecto a si el niño requiere ser evaluado en un servicio de urgencia.
Finalmente, el médico de HELP desmiente algunos mitos que existen sobre este tema. “No es recomendable inducir el vómito del menor, ni tampoco forzarlo a ingerir ningún tipo de líquido, incluida la leche”, señala. Sin embargo, si el niño vomita espontáneamente, hay que dejar que lo haga.
