¿Cómo reconocer y actuar ante una intoxicación?

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Como padres resulta fundamental saber identificar los síntomas y qué pasos se debe seguir en casos de intoxicación

Según datos del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC), en Chile las consultas por intoxicaciones alcanzaron las 30.000 en 2008, de las cuales más de la mitad correspondían a niños y preadolescentes. Sabemos que es fundamental prevenir los envenenamientos, pero también debemos conocer cómo se manifiestan y los tipos de tratamientos que se pueden aplicar, ya que así se podrá salvar la vida de muchos menores.

Primero, debemos saber que una intoxicación es la alteración grave en la salud de una persona debido al consumo de algún producto tóxico, ya sea una sustancia química, biológica o algún elemento de contaminación ambiental.

El doctor Enrique Paris, Director del Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica, señala que las intoxicaciones más comunes en niños y preadolescentes son:

  • Intoxicación por consumo de medicamentos, principalmente bezodiacepinas y los antidepresivos cíclicos, de hecho, el especialista señala que más del 50% de las consultas realizadas al CITUC el 2008 corresponde a este tipo de envenenamiento. Por ejemplo, es común que estas intoxicaciones se produzcan porque un niño encontró en un velador las medicinas de la mamá y como vio que ella las tomaba él también lo hizo.
  • Intoxicación por productos de aseo y de uso frecuente en el hogar, como detergentes y cloro. Una muestra de ello es que muchos niños que apenas gatean alcanzan una botella ubicada bajo del lavadero y se la echan a la boca sin saber qué es.
  • Intoxicación por hidrocarburos alifáticos que corresponden a productos industriales y químicos, como la bencina, gasolina y el petróleo. En ocasiones, los padres dejan alguno de estos productos en un envase de bebida y al alcance de cualquier niño, quien -por juego o por no saber diferenciar- lo consume.

Aparte de estos tipos de intoxicaciones el experto señala que también están los envenenamientos provocados por alimentos, como la salmonella y el vibrión parahemolítico. Es precisamente en esta clasificación donde encontramos un tipo de virus que ataca con frecuencia a los niños: el enterovirus, que es provocado por el consumo de agua o algún alimento con restos de heces fecales y se caracteriza por provocar fiebre alta, diarrea, vómitos y, al finalizar el ciclo del envenenamiento, el niño se llena de manchitas rojas, antes de que baje la fiebre.

¿Qué se debe hacer en caso de una intoxicación?

Lo primero es consultar a un especialista, ya sea llamando al CITUC al 635 3800 que atiende todos los días del año, o acercándose al centro de salud pública o privada más cercano, de preferencia con una muestra de la sustancia que causó el envenenamiento.

En base a la cantidad, producto, peso del menor y otros factores, ellos le indicarán si puede realizar el tratamiento en casa o el niño debe quedar bajo observación. Lo fundamental es consultar lo más rápido posible a un especialista, ya que mientras menos tiempo pase en el cuerpo de su hijo esa sustancia, menor será el daño que puede llegar a provocar.

Uno de los elementos que remarca con mayor énfasis el doctor Paris es que jamás se debe provocar en casa el vómito ya que no se sabe con certeza lo que tiene el menor. Además, respecto al consumo de leche en caso de presentarse una intoxicación, señala que “no recomendamos la leche salvo en los casos de ingesta de un cáustico suave, por ejemplo si el niño toma una cantidad mínima de cloro. Así como se puede tomar leche, se puede tomar agua, ya que tanto con la leche como con el agua se diluye el cáustico, pero la leche no es un antídoto”.

Dependiendo de la gravedad de la intoxicación el tratamiento del niño puede ser realizado en la casa, o bien, permanecerá bajo observación y sometido a diversos tratamientos como la diálisis o la exposición al carbono activado, que permite la adsorción del tóxico. Pero esto será determinado por el especialista.

Las consecuencias producto de una intoxicación van desde un simple susto para la madre y su hijo, hasta secuelas de mayor gravedad como daño en la boca y esófago, sutura pulmonar, daño neurológico y daño renal, pudiendo llegar incluso hasta la muerte.

Lo importante es tener cuidado con los productos que pueden causar envenenamiento y educar a sus hijos para evitar así cualquier clase de accidente.

Consejos del especialista

Para prevenir las intoxicaciones el doctor Paris indica que “lo más importante es conversar con los niños, explicarles los peligros, educarlos en los peligros, no solamente en los tóxicos, sino también en los accidentes”. Es fundamental que le queden claras las consecuencias por las que puede pasar si llega a tomar alguna pastilla o líquido que no debe.

Es importante enseñar a sus hijos a lavarse las manos antes de cada comida y luego de ir al baño, ya que así se evitarán algunas intoxicaciones alimenticias, como el enterovirus.

Además, el especialista explica que nunca se le debe decir al niño que el medicamento es una golosina, ya que el menor se puede confundir y tomar cualquier otra medicina que le puede causar un envenenamiento.

Una medida de protección ante las intoxicaciones producidas por las picaduras y mordeduras de insectos, es el aseo profundo en los hogares, removiendo muebles y cuadros tras los cuales se pueden encontrar hasta arañas de rincón.

Errores de seguridad

El doctor Paris señala que, por su experiencia, la mayoría de las intoxicaciones son causadas por la existencia de “un descuido de la familia, ya que los niños acceden a sustancias tóxicas, a medicamentos, a productos para el hogar, a bencina, parafina y otros porque los papás no se preocupan de mantener las sustancias lejos de su alcance. Dejan el medicamento en el velador, y el niño piensa que es un dulce, una golosina, e inmediatamente se lo comen”.

Además, un error recurrente es dejar productos tóxicos en envases de bebidas que pueden confundir a su hijo y causarle graves problemas de salud producto de esta intoxicación, ya que él no va a distinguir si trata de algún detergente, por ejemplo, o realmente de bebida o jugo.

Otra equivocación es dejar los detergentes y productos de aseo del hogar abajo del lavadero y sin llave, completamente al alcance del niño. Es necesario ponerlos en un lugar donde no pueda tomarlos o bien, se deja con llave el lugar donde están guardados.

Un último error de seguridad común señalado por el doctor, es que en ocasiones cuando se les debe dar al niño algún medicamento en la noche, los padres no encienden la luz y se equivocan, lo que provoca la intoxicación del menor.

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