La clave para evitarlos es mantener el entorno libre de objetos y elementos riesgosos, además de adecuar los espacios para su seguridad poniendo barreras y bloqueando el paso del niño a lugares peligrosos.
Experto: Dra. Katherin Falck, Médico Gestor de Calidad de HELP
Comenzar a gatear es un proceso muy importante dentro del crecimiento del bebé, pues estimula el desarrollo neurológico y psicomotor, además de permitirle tener mayor autonomía de desplazamiento en sus primeros años de vida.
No todos los niños muestran interés en gatear, y en ese caso no deben ser obligados a que esto ocurra. Sin embargo, cuando el menor manifiesta la inquietud, ésta debe ser promovida y guiada por los padres. En ese sentido, el lugar ideal para comenzar ese aprendizaje es el hogar. Eso sí, hay que tener algunas precauciones para que el entorno sea seguro, y no tener que lamentar accidentes.
Según la Dra. Katherin Falck, Médico Gestor de Calidad de HELP, es fundamental hacer un análisis de los factores de riesgo que existen en cada casa, y así disminuir los peligros para el bebé. “Los accidentes más comunes que se producen cuando el niño comienza a gatear son lesiones por golpes, quemaduras con objetos calientes o eléctricos, intoxicaciones por ingesta de sustancias peligrosas y asfixias por llevarse objetos pequeños a la boca”, señala.
La forma de prevenir accidentes
La Dra. Falck entrega algunos consejos sobre los aspectos más importantes a considerar para hacer de la casa un lugar seguro para el bebé:
- Poner protectores en todos los enchufes que estén a la altura del bebé para evitar que pueda introducir algo.
- Colocar barandas en escaleras y ventanas que estén a baja altura.
- Disponer de mallas de seguridad en balcones y ventanas que estén en altura. También hay que tener cuidado con colocar muebles bajo las ventanas que sirvan al pequeño para trepar.
- Para evitar intoxicaciones, mantener fuera del alcance del bebé todo tipo de útiles de aseo y detergentes, productos de belleza y medicamentos.
- No dejar elementos calientes (comida, líquidos, plancha) al borde de la mesa, pues al caerse podrían provocar quemaduras en el niño.
- No permitirle acercarse a estufas, horno y braseros aun cuando estén apagados, para crear la costumbre en el bebé que es riesgoso hacerlo.
- No dejar a la altura del niño adornos ni objetos pequeños que puedan provocar asfixias al llevárselos a la boca.
- Cubrir con puntillas las esquinas de las mesas para evitar golpes, sobre todo de mesas y muebles bajos.
- Mantener cerradas las puertas de baños y cocina para evitar que el bebé acceda solo a estos lugares, que son los más inseguros de la casa.
Como cada hogar tiene características específicas, la recomendación de la especialista de HELP es hacer una evaluación de los posibles factores de riesgo y tratar de disminuirlos antes que el niño comience a desplazarse por sí mismo. De esta forma, es posible prevenir accidentes que podrían tener graves consecuencias para los más pequeños.