El vómito puede ser derivado de diferentes factores, en la mayoría de los casos es solo un virus pasajero y no se trata de una afección que haya que atender inmediatamente, pero en algunas ocasiones el vómito de tu niño puede indicar un problema de salud como gastroenteritis, catarro, otitis o anginas.
Aunque este tipo de afecciones no son preocupantes, hay ciertos signos de alarma que indican que hay que acudir a su médico.
Los padres deben tener en cuenta que cuanto más pequeño es el niño mayor es la deshidratación que se puede presentar si persiste el vómito, por lo que se debe estar muy atentos a los bebés que vomitan, toma en cuenta los síntomas que indican que debes llevar a tu bebé al médico:
- Si el niño presenta decaimiento, tiene mucha sed, los ojos hundidos.
- Si el niño es menor de 4 meses y ha vomitado varias veces durante el día.
- Si observas que el niño vomita mucho y no es capaz de tolerar sólido, líquido o vomita aunque no haya comido nada.
- Si los vómitos contienen sangre o son verdes.
Si los síntomas anteriormente descritos no aparecen, la madre solo debe mantenerlo hidratado, haciendo que tome suficiente líquido pero en cantidades pequeñas cada determinado tiempo (leche materna a los bebés en proceso de lactancia, zumos o aguas a los niños que se encuentran en etapa de ablactación).
Si los padres observan que los líquidos ingeridos son soportados pueden aumentar la frecuencia y la cantidad de suministros hasta que puedan consumir alimentos sólidos sin la necesidad de vomitar.
¿Qué pasa si mi hijo presenta vómito y diarrea?
Si el vómito se acompaña de diarrea debes llamar inmediatamente al doctor, no es recomendable que los padres utilicen soluciones caseras que pueden causar efectos secundarios en la salud del pequeño.
Recomendaciones
- Visita a un especialista ante cualquier anomalía, es necesario descartar si el vómito se presenta por infecciones virales o bacterianas.
- Antes de suministrar cualquier medicamento consulta con tu médico.