Para casi todos los niños uno los mejores placeres es salir a jugar cuando llueve; el poder sentir las gotas caer sobre ellos les da mucha alegría.
Pero como padres, en ocasiones nos preocupamos porque suponemos que si se «empapan» da como resultado el que se enfermen, aunque una sencilla solución podría ser secarles, cambiarles la ropa y darles calor cuando entren a casa.
Se ha hecho normal el planificar actividades para la casa cuando no podemos salir, Sin embargo, lo que quisieran nuestros hijos es poder vivir la experiencia de jugar en la lluvia.
Saltar en los charcos de agua sería una gran diversión para nuestros niños, como también les maravilla la idea de realizar canales de agua en el barro, como si fuesen pequeños ingenieros.
No nos damos cuenta que algo tan simple, como acercarse al césped del parque para ver salir a los caracoles, les impresiona, al igual que se sienten aventureros al elaborar un puente con piedras para pasar por una zanja llena de agua de lluvia.
Claro que la lluvia también puede ser entretenida si la miramos desde casa resguardados bajo techo, pero para nuestros hijos lo será aún más, si salimos a la calle mientras llueve.
Beneficios que trae el jugar en la lluvia
- Diferenciar el clima: Cuando los niños juegan en el exterior les permite sentir el frío y el calor. Esto les ayudará en un futuro a tomar decisiones con respecto a su vestimenta y a considerar cuándo es bueno salir de casa y cuando no, dependiendo a dónde vayan.
- Los niños se vuelven más adaptables: El exponerse a diferentes condiciones meteorológicas, ayuda a que se adapten mejor a los cambios de la vida; con ello aprenden a jugar y a desenvolverse, aun cuando el ambiente varíe.
- Impulsa su creatividad: Se pueden realizar muchas actividades en un día lluvioso, y las que hacemos habitualmente, las podemos realizar de diferentes maneras.
- Estimula el ejercicio en los niños: Jugar en el exterior bajo la lluvia, trae consigo que ellos estén en constante movimiento, saltando, corriendo o jugando, y esto proporciona ejercicio al pequeño.
Es buena idea el aprovechar los cambios que se presentan en el clima; de esta forma colaboraremos con la experiencia de nuestros hijos para que aprendan a adaptarse a los mismos.
- Los niños necesitan jugar al aire libre aunque llueva. De hacerlo, tendrán una visión positiva de la vida.
- Es mejor enseñarles a no temerles a la lluvia.
Jugar bajo la lluvia es un placer que olvidamos al volvernos padres, con lo que llegamos a comportarnos como si la lluvia fuera algo muy peligroso.
Ten presente que tu niño puede correr y jugar en la lluvia siempre y cuando no se quede muchas horas con los pies mojados, no salga a jugar mientras está enfermo.Para evitar un resfrío lo mejor es que al entrar en casa se seque de inmediato, se cambie de ropa y se abrigue bien.