Cundo los padres llevan a su bebé a la consulta médica se les hace difícil el momento de ponerle las vacunas, porque el oír el llanto de su niño los hace sentirse incómodos por el mal rato que está pasando su pequeño, para quien además, es un momento doloroso.
Pero creemos que ahora puedes dejar de preocuparte si a tu bebé le tocan sus vacunas, porque al parecer se ha hallado la solución para que tu pequeño pueda soportar este episodio sin sentirse adolorido.
En investigación realizada por la Universidad de Kentucky, se indicó que la musicoterapia es una espléndida opción para disminuir el estrés de los niños cuando deben afrontar la aguja de una inyección.
¿Música para el dolor?
Sí, es muy simple, puesto que la musicoterapeuta Olivia Yinger, quien lidera la investigación, sostiene que la mayoría del llanto de los pequeños que se exponen a las inyecciones en su más alto número, se debe al miedo que sienten por la aguja y no tanto al dolor que efectivamente llega a provocar, por lo que será primordial el poder controlar el temor para corregir este gran inconveniente.
Como en muchas circunstancias, la música es la mejor fórmula para este tipo de situaciones, confirmado por el estudio que se efectuó en tres Centros de Salud de Kentucky, entre los años 2011 y 2012.
Lo que le genera a los niños el estrés e incrementa el dolor es el temor a las inyecciones.
Tuvieron una participación en este estudio un total de 58 niños, en edades comprendidas entre los 4 y 6 años, quienes estuvieron acompañados de sus padres (participaron en la investigación 62 padres) y fueron inyectados con una vacuna de rutina.
Dando resultados sorprendentes, se pudo observar que los niveles de estrés de los infantes, y paralelamente como derivación el llanto causado por el miedo a la inyección, fue mucho menor en aquellos que escucharon música en comparación con los que sin algún tipo de melodía, fueron inyectados.
Se produjo un aumento del 50% en la respuesta positiva de los pequeños a las inyecciones con la musicoterapia, entonces esta investigación plantea: así como pintan sus paredes de forma más atractiva para los infantes tratados, los Centros de Salud infantiles deben implementar, además, la música como parte de la ambientación en los consultorios pediátricos, con la finalidad de poder reducir en gran medida la respuesta negativa de los niños a las vacunas y demás inyecciones.