Tengamos o no un hijo con epilepsia, siempre estaremos pendientes de que nuestros pequeños sean felices en cualquier ámbito de sus vidas. Los padres de niños con epilepsia se aseguran de que tengan un buen desenvolvimiento no solo en su hogar, sino también en el colegio.
La epilepsia puede presentarse a muy temprana edad, y es habitual que determine la vida del niño y de sus padres. El niño con epilepsia, aunque sufra o no los ataques de su enfermedad, podrá ser partícipe del mismo sistema de escolarización que el niño que no la padece, pero dependiendo de si posee una capacidad intelectual normal.
Para poder ayudar a nuestro hijo, tenemos que saber cómo afrontar algunas dificultades que se pueden prrsentar a lo largo de su vida estudiantil, como problemas de memoria, trastornos que afectan su autoestima e inconvenientes para aprender a escribir.
No obstante, el niño con epilepsia estará igual que el resto de sus compañeros, bajo la supervisión de sus profesores. Entonces, ¿a que se atienen sus profesores?
- La mayoría de los niños con epilepsia serán capaces de obtener los mismos logros académicos, que aquellos que no tienen la enfermedad.
- La epilepsia es un trastorno que no tiene porqué impedir el alcance de sus objetivos.
- También es posible que pequeños con epilepsia experimenten ciertos problemas en su proceso educativo, que puede ser el resultado de su tratamiento médico o por elementos psicosociales que se vinculan a su condición.
Especialistas recomiendan que se evite tratarlo con sobreprotección y no ser permisivos en exceso.
4 dificultades que puede tener el niño con epilepsia en su desenvolvimiento escolar:
- Problemas de comunicación: Están expuestos a un poco de retraso en el momento de comenzar a hablar, es probable que le cueste hallar una palabra y no tenga una clara pronunciación. Por ello será valiosa la intervención de un logopedista, de ser necesario, al igual que un plan de apoyo para mejorar las destrezas afines con el lenguaje.
- Complicaciones de lecto-escritura: El niño con epilepsia puede tener problemas que irán variando dependiendo del grado de afectación y las zonas comprometidas en la actividad epiléptica, cuando se trata de aprender a leer y a escribir. En este caso es aconsejable el tener estrategias de trabajo, fundamentadas en el propósito de que el niño esté motivado, aparte de adquirir confianza en sí mismo.
- Problemas de memoria: La medicación y las crisis pueden causarle estos problemas, que podrán impedirle el recordar las actividades o el seguir instrucciones. Será útil para este contratiempo, el uso de una agenda, al mismo tiempo se deberá atender al pequeño mientras realice su tarea.
- Dificultades emocionales: Hay niños con epilepsia que se ponen ansiosos ante la probabilidad de tener convulsiones, algo que los frustra por todas las limitaciones que este padecimiento antepone, y hay quienes que por razones psicológicas o por sobreprotección de su familia, no poseen las destrezas sociales que tienen los niños de su edad. Sea la circunstancia que sea, será substancial ofrecerle apoyo emocional y trabajar en el desarrollo de su autoestima.
Por las complicaciones que podrían darse, es primordial comunicar al instituto educativo las condiciones que el niño presenta con este padecimiento, al igual que las características de los ataques epilépticos que lo acompañan; así los profesores podrán evaluar la situación con estrategias que serán de invaluable apoyo para la educación del niño.