El Cascanueces, soldados de madera que se comercializan bastante en distintos rincones del planeta en Navidad, es una de las piezas más populares para adornar las casas, con el fin de que luzcan más adecuada a estas fechas.
¿De dónde viene esta tradición? Según Pipa y Mima, el origen de esto se remonta al siglo XIX en Alemania. Allí sus habitantes siempre querían tener un recuerdo de los simpáticos militares de juguete porque en ese entonces era muy popular la obra «El Cascanueces y el Rey de Los Ratones«, escrita por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann en 1816.
La historia se basa en el momento en el que el soldado de madera adquirido por una joven Marie Stahlbaum cobra vida en la Nochebuena y trae consigo a un mundo mágico. Luego de eso ocurren un sinfín de momentos que se convierten en las mejores memorias de la protagonista.
Más detalles de El Cascanueces
De acuerdo con la leyenda germana, la razón por la que el soldadito de madera cobra vida es porque estaba bajo un hechizo que le colocó el Rey Ratón, para evitar que protegiera a la princesa con la cual se iba a casar.
Al volver a la vida el militar demostró su capacidad para quebrar nueces con sus dientes, razón por la cual recibió el apodo de «Cascanueces». Todo eso genera que se convierta en un ser apreciado por los distintos individuos que llegan a compartir con él, indicó el portal El Estímulo.
La magia y los elementos de fantasía constituyen la riqueza de una creación atemporal que sirve de base para espectáculos de ballet durante las ocasiones en las cuales se celebra la llegada del Niño Dios.
¿Por qué es popular la obra literaria?
De acuerdo con Karina González Ulloa, periodista de la prestigiosa Revista Vogue, el origen de los actos dancísticos de El Cascanueces se ubicó en Rusia, donde existe una gran tradición por el ballet clásico.
Recomienda disfrutar de este clásico, bien sea por la vía del texto, audiolibros, películas u obras de teatro, porque es la fuente de inspiración para construir mejores ciudadanos. A su juicio es una historia que les permite a niños y adultos entender el valor tanto de la valentía como de la amistad.
«Esta historia se trata de superar las adversidades, de conocerte a ti mismo y encontrar la esperanza cuando se ha perdido la fe con el fin de permanecer fiel a tus valores. Es una manera de recordar que hay que conservar las buenas actitudes para la vida», indicó González Ulloa quien relató que la primera vez que un cuerpo de ballet puso en marcha El Cascanueces fue el 18 de diciembre de 1892 en San Petersburgo, Rusia.