La diarrea, definida por la Real Academia de la Lengua Española (RAE) como una enfermedad que se caracteriza por la evacuación de heces de forma líquida, es bastante común en los niños y sus padres deben estar preparados para atenderlos en este tipo de situaciones.
Si un progenitor no conoce cuáles son las características que denotan la presencia de esta anomalía, un menor podría sufrir severos cuadros de deshidratación, que pondrían en peligro su vida.
Por ese motivo, Facemamá les dará a conocer a los papás los síntomas y tratamientos a seguir para poder contrarrestar los efectos de esta patología que representa un motivo de angustia tanto para los afectados como para sus representantes.
¿Cómo identificar la diarrea en los niños?
Healthy Children, portal de salud de origen estadounidense, dio a conocer los signos que demuestran la presencia de la diarrea en infantes, los cuales van más allá de las deposiciones. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Fiebre. Las temperaturas corporales aumentan y eso genera dolor de cabeza, así como otros malestares en los chicos. La situación puede abarcar un período entre 24 y 48 horas.
- Sangre. En las heces se aprecian pequeñas gotas de plasma que regularmente reflejan la presencia de un cuadro de diarrea, que muchas veces puede venir acompañado por vómitos. Esto ocurre porque hay fallas tanto a nivel estomacal como intestinal.
- Erupciones. La piel tiende a tornarse roja, algo que genera picazón. También se producen irritaciones oculares.
- Falta de apetito. Los jovencitos pierden el hambre pues temen que eso los haga ir al baño varias veces más. La anomalia llegue a generarles un gran temor a la hora de comer.
- Hinchazón en el abdomen. La parte cercana al estómago tiende a inflamarse y eso no sólo causa dolor en el área, sino también la irritabilidad del paciente.
¿Qué hacer cuándo se presente esta situación?
MSD Manuals dio una serie de recomendaciones, para ayudar a los jovencitos en los momentos en los que son afectados por la diarrea. Entre ellas se destacan las siguientes:
- Hidratación continua. Con agua y suero, además de otras bebidas ricas en electrolitos, los niños pueden recuperar sus fortalezas a nivel inmunológico.
- Suministrar fármacos. Con la asesoría de un médico, los adultos deben aplicar protectores estomacales para sus hijos, con el fin de evitar la aparición de la gastroenteritis, asociada a cuadros virales.
- Prestar apoyo. Los pequeños tienden a angustiarse cuando experimentan la diarrea y la presencia de sus papás, como parte de su núcleo más cercano, les da seguridad y los motiva a cumplir cualquier tratamiento.
- Cambiar la alimentación. Luego de superar las partes más críticas de la patología, se debe alimentar a los menores de edad con productos ricos en vitaminas y minerales. Esto permitirá su pronta recuperación.
Si estos consejos se ponen en práctica, y se cuenta con la comunicación permanente con los médicos especializados en enfermedades gástricas, los padres podrán atender a sus hijos en el instante en que aparezca la diarrea.