Accidentes en Halloween

Los malestares digestivos por ingesta excesiva de caramelos es uno de los problemas más frecuentes durante esta celebración, en la que también pueden producirse asfixias por consumo de dulces muy grandes y accidentes por disfraces inseguros. Katherin Falck, médico gestor explica cómo evitar accidentes en Halloween.

Hace ya muchos años que Halloween dejó de ser una celebración ajena a los chilenos. Cada año, niños y adolescentes se disfrazan y salen a recorrer sus barrios en busca de “dulce o truco”.

Si bien los dulces y caramelos son parte fundamental de esta celebración, se debe tener precaución con su consumo, pues en exceso pueden traer problemas en el corto y largo plazo:

  • Consumir dulces y chocolates en grandes cantidades puede provocar variadas molestias digestivas como dolor abdominal, vómitos, diarrea o constipación en el niño, por eso es importante moderar el consumo. En caso que se hayan recolectado muchos caramelos, guardarlos e ir dándoselos de a poco.
  • Si el niño sufre de dolor abdominal, vómitos o diarrea después de haber comido más dulces de lo recomendado, debemos preocuparnos de mantenerlo bien hidratado ofreciéndole líquidos como sales de rehidratación o bebidas isotónicas que venden en el mercado, y por supuesto una alimentación liviana sin forzarlo a comer.
  • No automedicar al menor con gotitas antiespasmódicas.
  • Revisar que los caramelos no hayan sido manipulados, y además chequear que no están vencidos. Se debe revisar el envase y asegurarse que no haya señales de que han sido abiertos.
  • Evitar que los niños ingieran dulces muy duros o grandes, pues pueden provocar asfixia al intentar tragarlos o accidentalmente mientras juegan. Preferir los caramelos blandos o que puedan cortarse en trozos.
  • Los dulces son ricos en azúcar y algunos además en grasas, por lo que es recomendable ingerir sólo cantidades pequeñas y esporádicamente. Un caramelo pequeño, por ejemplo, puede tener en promedio 50 calorías. Por tanto, si un niño come 15 de esos dulces en un día, habrá ingerido cerca de la mitad de la ingesta calórica recomendada.
  • Es importante tener presente que comer una gran cantidad de caramelos puede provocar daños en el corto y largo plazo, como sobrepeso y obesidad. Por eso, la principal recomendación es promover en nuestros niños una alimentación saludable y balanceada, y no transformar el consumo de caramelos y golosinas en un hábito.

Cuidado con los disfraces

Además de los dulces y golosinas, existen otros riesgos asociados a esta celebración. La especialista recomienda poner atención en los siguientes aspectos para evitar accidentes:

  • El disfraz debe tener las medidas correctas para que el menor pueda caminar bien, y así evitar tropiezos y caídas.
  • Es recomendable que los disfraces tengan cintas y objetos reflectantes para hacerlos más visibles durante la noche, y así evitar riesgos de atropellos.
  • Evitar disfraces y accesorios con puntas, como espadas, coronas o varitas mágicas que puedan generar algún daño en un movimiento descuidado.
  • Preferir utilizar maquillajes a máscaras, pues éstas dificultan la visión y la respiración del niño. Eso sí, hay que tener cuidado que el maquillaje sea hipoalargénico y no tóxico, para evitar reacciones dermatológicas.
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