El primer semestre del embarazo está marcados por una serie de malestares, producto de los repentinos cambios hormonales que tiene tu organismo. Te damos algunos consejos simples que pueden ayudarte a aliviar las náuseas y saber qué debemos hacer y comer.
- Evitar ciertos alimentos: Las comidas muy fuertes, muy grasas o excesivamente picantes no son remedios para las náuseas y los vómitos. Es conveniente evitar estos alimentos grasos y condimentados.
- Come en porciones pequeñas: Tener el estómago vacío contribuye al malestar. Come snacks saludables a lo largo del día para que nunca sientas el estómago vacío. Esto te ayudará, a mantener tu metabolismo más activo. Las galletitas integrales y saladas son una buena ayuda.
- Bebe abundante agua: Toma mucho líquido, preferiblemente fuera de las comidas para evitar la deshidratación. Además, si vomitas te deshidratas, por lo que debes tomar mucha agua para reponer el líquido perdido.
- Toma tus rigurosamente tus vitaminas: Las vitaminas prenatales que te da tu ginecólogo, son un concentrado de vitaminas y minerales que muchas veces caen pesados al estómago si está vacío. Toma un buen desayuno, o bien espera a la hora de almuerzo, y toma tus componentes con el estómago lleno.
- Prueba sabores cítricos. El sabor refrescante de alimentos, como el limón, la naranja y el jengibre ayudan a detener las náuseas. Raya un poco de jengibre fresco y hiérvelo en agua caliente para hacerte un té o prueba si te funcionan los caramelos de jengibre.
- Toma aire fresco. Es importante que respires aire fresco. Salir a caminar o mantener las ventanas abiertas te puede ayudar a calmar las náuseas.
- Reposa. Las náuseas pueden empeorar si estás cansada, así que date tiempo para relajarte y dormir siestas cuando puedas. Ve una película o visitar a una amiga y relájate para quitarte de la cabeza el malestar.
- Considera la aromaterapia. Ciertos aromas como los del limón, menta o naranja, proveen alivio a las náuseas en algunas mujeres. Puedes usar un difusor para poner el aceite esencial. Ten en cuenta que estos aceites esenciales son fuertes, así que una o dos gotitas es suficiente. También, puedes poner esta esencia en tu ropa o en algún accesorio como un pañuelo.
Recuerda, que es sumamente normal que durante la gestación tu organismo se vuelva más sensible a la sensación de los sabores y olores, por lo tanto, pueda que percibas ciertas comidas de manera diferente, provocándote asco ante comidas que antes te encantaban.