Una mujer que se encuentra en estado de gestación debe cuidarse lo suficiente para conservar su bienestar, y más durante el invierno, ya que esta estación y sus duras condiciones climáticas, obligan a extremar algunas de esas precauciones.
Durante el invierno llevar una alimentación sana se vuelve fundamental, ya que proporciona la base para un sistema inmunológico listo para hacer frente a los posibles virus propios de esta estación. Una alimentación con los nutrientes y las vitaminas necesarias, sin duda, prevendrá muchas afecciones. Por ello te brindamos algunos consejos para cuidarte durante la época de invierno.
La alimentación se convierte en algo fundamental
Durante el embarazo, las necesidades nutricionales son más exigentes que las calóricas. Es decir que se deben ingerir más proteínas, vitaminas, calcio, yodo, fósforo, magnesio y hierro, pero la demanda de calorías se incrementa apenas en un 10% y solo durante la segunda mitad de la gestación.
¿Qué se debe cambiar durante el verano?
Los especialistas consideran que durante los meses de frío y las bajas temperaturas, el clima y la tradición invitan a comer de forma más copiosa guisos, potajes y otros platos contundentes que puedan aportante nutrientes y vitaminas esenciales para protegerte y alejar cualquier tipo de afección. Pues bien, la clave en este sentido está en procurar un equilibrio que permita a la embarazada cumplir las necesidades nutricionales de esta etapa y que, a la vez, se quede satisfecha y no coja peso en exceso, pues hay que recordar que durante esta época del año se tiene menos movimiento corporal.
Una forma de seguir una alimentación sana durante el invierno
- Los potajes y sopas no deberían faltar en tu mesa, incluyendo en ellos hidratos como la pasta o legumbres de todo tipo. Aprovecha e incluye en tus guisos proteínas de origen animal no muy grasas (como el pescado, el pollo o los huevos cocidos).
- La legumbre es un recurso muy versátil que combina con verduras, pescados y carnes y nos aporta vitaminas, minerales, fibra, hidratos y proteínas de calidad.
- En los guisos invernales son fundamentales las verduras: col, coliflor, lombarda, acelgas y espinacas son una buena opción que nos va a aportar muchos nutrientes.
- No puedes olvidarte de consumir Vitamina C: cítricos, kiwis, espinacas y pimientos. La vitamina C es fundamental, ya que está implicada en la función inmunológica. Facilita la absorción de otras vitaminas y minerales y actúa como antioxidante.
- La Vitamina A también juega un papel fundamental, esto se puede encontrar en la calabaza, las zanahorias, el pomelo, el brócoli, las espinacas y también en los huevos.
- La necesidad de Vitamina D se duplica durante el embarazo, ya que es imprescindible para la absorción del calcio.