¿Tu hijo está mañoso, no tiene sueño y no quiere ir a acostarse? Tal vez necesita un poco más que tan sólo que le digas que ya es hora de dormir. En Facemamá.com te ayudamos a ordenar la rutina y acostumbrar a tu hijo a tener una hora para ir a la cama.
Un hábito estructura la vida debido a que es una acción que se repite día a día. Si el realizarlo es agradable, entonces resulta en una convivencia familiar positiva. Por eso el hábito de acostarse debe estar ordenado y sistematizado, ya que de esa manera se ayuda a los niños a asumirlo como algo natural, sin cuestionarlo cada vez. De esa manera, se ahorran conflictos y confrontaciones que dañan el ambiente emocional de la familia.
Al principio, como cualquier hábito, se debe hacer un esfuerzo. Sobre todo porque es común que los niños no quieran acostarse a la hora que les corresponde.
Para conseguir que sea más fácil la hora de acostarse
Establece un horario y una rutina antes de acostarse. Debes contarle al niño cada uno de los pasos de esta rutina y ponerla en práctica cada día lo más idénticamente posible. Por ejemplo: bañarse o lavarse la cara, las manos y los dientes. Luego, ponerse el pijama y meterse a la cama. Después, leer un cuento, escuchar música, o jugar un rato en la cama. Por último, darle el beso de buenas noches y apagar la luz.
Algunos consejos:
- Advierte al pequeño unos 10 minutos antes de la hora de acostarse, para que se programe y sepa que ya llegó la hora de guardar los juguetes.
- Haz un ambiente de noche en la casa, apaga las luces, baja el volumen o apagar los artefactos que metan ruido.
- Si el niño dice no tener sueño, mencionale que necesita descansar y acostarse. Dile que lo entiendes, pero que puede aprovechar el rato antes de dormirse para mirar libros, leer, escuchar música o imaginar algo. De esa manera, además de adquirir el hábito de acostarse podrá aprender a entretenerse solo.
- Las horas de sueño que un niño necesita dependen de la edad y el temperamento de cada uno. Si al niño le cuesta mucho levantarse en la mañana o si anda de mal humor, puede que le falten horas de sueño. Acuéstalo más temprano o haz que duerma una siesta corta.
- Si el niño es más grande, establece un horario y una rutina antes de acostarse considerando sus opiniones. Al participar, (acordando un horario para la semana y otro para los fines de semana) será más fácil que la rutina se cumpla.
- No olvides agregar un saludo o abrazo de buenas noches a la rutina de acostada.
- No caigas en la «trampa» de acompañar al niño hasta que se duerma. Esto lo hace ser dependiente y ansioso, haciendo que sienta que tiene un poder demasiado grande frente a sus padres. Se crea una situación muy tensa en torno a la hora de acostarse.
Si estableces una rutina antes de acostar al niño, favoreciendo un ambiente nocturno y estimulando al niño a acostarse solo y en paz, la hora de acostarse dejará de ser un problema.