¿A qué edad debe usar almohadas el bebé?

A qué edad debe usar almohadas el bebé

El bienestar de tus hijos es siempre una prioridad, por lo que el sueño debe verse como algo importante que necesita ser nutrido y hacerlo más agradable. Nos han enseñado por generaciones que la almohada es parte de un buen descanso. Lo que se desconoce, sin embargo, es que si no se usa adecuadamente, puede presentar ciertos riesgos y afectar algunas zonas del cuerpo del bebé. ¿A qué edad debe usar almohadas el bebé?

A continuación resolveremos las dudas que te puedan surgir respecto a si debe o no el bebé usar almohadas, explicándote qué características debe tener la almohada y cuándo es el momento adecuado para que el bebé la utilice.

¿Puede el bebé usar almohadas?

Es bien sabido que anatómicamente, un bebé es muy diferente a un adulto. En los primeros meses, el niño suele tener la cabeza un poco más grande que el resto del cuerpo, mientras que el cuello puede volverse mucho más pequeño.

Estas características físicas hacen que el bebé no necesite una almohada ya que no le proporcionará el apoyo adecuado ni le dará el descanso que necesita. Además, puede presentar algunos riesgos que es mejor evitar.

¿Cuáles son los riesgos de usar almohadas?

Debido a las propiedades físicas anteriores, al usar almohadas, la columna puede desalinearse, forzando y afectando la curvatura natural del cuello. El riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) también aumenta.

¿A partir de qué edad se recomienda utilizar la almohada?

Los expertos recomiendan usar la almohada solo a partir de los dos o tres años, ya que a esta edad su fisonomía comienza a cambiar y adquirir proporciones similares a las de los adultos (los hombros crecen y son más anchos que su cabeza).

Por ello, el uso de la almohada puede llegar a ser fundamental para el óptimo descanso del bebé, ya que ayudará a evitar que la cabeza cuelgue mientras duerme y a mantener una correcta alineación de la cabeza y el cuello con la columna.

Al usar la almohada, es importante tener en cuenta algunas características:

  • Estar baja para que la cabeza, el cuello y la espalda estén bien alineados.
  • Tanto muy suave como una almohada muy firme pueden causar problemas cervicales.
  • Debe tener una funda que se pueda quitar fácilmente para poder lavarla con más frecuencia.
  • Que esté elaborada con materiales hipoalergénicos para evitar alergias y granitos en la piel.
  • Procura que sea del mismo largo que el ancho de la cama para que el bebé no se caiga de la almohada al moverse.

Recomendaciones

Debido a que la cabeza del bebé aún es blanda en los primeros meses de vida, puede deformarse si se deja en la misma posición durante mucho tiempo. Por lo tanto, es recomendable cambiar su posición.

Esto solo debe hacerse cuando no esté durmiendo, ya que dormir de lado puede causar asfixia. Por eso, a la hora de dormir, intenta que el bebé adopte otras posiciones, como tumbarse boca arriba.


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