Lo primero que hay que hacer en sala de parto es asegurarse de la buena temperatura corporal del bebé, cortar el cordón, y colocar al niño sobre el pecho de la madre, sin embargo, hay cuidados y atenciones especificas que debemos tomar en cuenta ¡atención mamá!
Aspiración de las secreciones de boca y nariz: El médico aspira la boca y nariz para facilitarle la respiración al recién nacido. De no respirar o no hacerlo de forma correcta, se tomarán medidas de resucitación.
Corte y ligadura del cordón umbilical: El médico corta el cordón umbilical más o menos a 5 cm. del abdomen del bebé. Seguidamente, rodea el ombligo con una gasa humedecida con alcohol. Esto hace que el bebé deje de depender de la placenta para nutrirse de oxígeno.
Cuidado con la temperatura: El recién nacido nace mojado debido al líquido amniótico y puede enfriarse rápidamente. Para evitar la pérdida de calor, se debe secar al bebé y utilizar cobijas templadas o gruesas que le aporten calor.
APGAR: El examen de APGAR es un sistema de puntuación ideado por la Dra. Virginia Apgar (anestesióloga), para evaluar la condición del recién nacido al minuto y a los cinco minutos después del nacimiento. ¡Atenta mamá!
Prevención del síndrome hemorrágico del recién nacido: Para prevenir complicaciones en la sala de partos, se les coloca a los recién nacidos una inyección intramuscular de 1 mg de vitamina K.
Sean partos naturales o por cesárea uno de los momentos más importantes tanto para la madre como para el recién nacido, es colocarlo en el pecho de la mamá para que este sienta su calor. Durante las primeras horas luego de su nacimiento, la mayoría de los bebés se mantienen despiertos, esta situación les permitirá a los padres y familiares conectarse con el bebé mientras comienza a adaptarse al mundo exterior.