¿Un bebé recién nacido necesita agua? Esta pregunta preocupa a muchas madres jóvenes, mientras que las recomendaciones de los médicos varían: algunas creen que el bebé no necesita ningún líquido adicional, mientras que otras sostienen que el niño necesita agua. Tratemos de averiguar cómo y cuándo beber al bebé y cómo el agua para los recién nacidos difiere del agua potable común.
¿Debo darle agua al recién nacido?
La leche materna es tanto comida como bebida para el bebé, ya que contiene 90% de agua y en las primeras semanas de vida puede mantener el equilibrio de líquidos en el nivel requerido. La leche materna ayuda al proceso de digestión, ya que contiene todas las enzimas necesarias para esto. Además, el cuerpo de la madre puede adaptarse con mucha precisión a las necesidades del niño, regulando la composición de la leche según la situación. Por ejemplo, si un bebé requiere más líquido, a menudo se aplica al seno y, en consecuencia, recibe más leche frontal no saturada, apaga la sed y restablece el equilibrio electrolítico.
Puede parecer que el niño no necesita agua, pero esto no es así: hay situaciones en las que no puede prescindir de ella. De hecho, hasta tres meses, déle agua al bebé solo por recomendación de un médico. Los bebés mayores de cuatro meses se pueden beber con bastante calma, lo que, contrariamente a la creencia popular, no conduce a la negativa del niño a la lactancia materna, y aún más a su agotamiento. Si el bebé está feliz de beber agua, no hay contraindicaciones para esto. Pero la falta de líquido para el bebé es muy peligrosa: los adultos no deben olvidar que la tasa metabólica en los recién nacidos es muy alta y la pérdida de humedad también es significativa.
Sin embargo, al mismo tiempo, los padres deben saber cuándo y en qué cantidades se les debe dar agua a los recién nacidos y cómo el tipo de alimentación afecta la necesidad de líquidos.
