Durante las primeras mudas de tu hijo notarás que sus heces no siempre son del mismo color ni forma. En algunos casos es una respuesta al tipo de alimentación que recibe, pero en otros es señal de alguna patología. A continuación, Facemamá te explica los distintos colores y texturas que pueden tener. Deposición del recién nacido
Generalmente, las primeras deposiciones son de color negro verdoso debido al meconio que llenó los intestinos del bebé mientras estaba en el útero. De hecho, ver esta tonalidad en el pañal es un indicio de que no existe obstrucción intestinal.
Luego, cuando esta sustancia es totalmente excretada, la deposición toma un color amarillo verdoso y su textura se torna blanca. A veces, incluso, puede ser más pastosa y presentar mucosidades. Esta es la etapa de transición que, por lo general, dura entre tres y cuatro días, y depende del tipo de alimentación que tenga el niño.
Si toma leche materna, será amarilla dorada como la mostaza; si es leche de fórmula, será blanda pero mejor formada y su color puede pasar de amarillo suave a pardo amarillento, pardo claro o pardo verdoso. En caso de que la leche de fórmula sea fortificada con hierro, o el bebé toma un suplemento de este mineral, la deposición puede ser verde, verdosa, parda oscura o negra.
Sin embargo, si notas rastros de sangre, lo mejor es consultar a un especialista.