Existen ventajas al tener un hijo antes de cumplir 30, tanto físicas como emocionales. Sin embargo, también hay algunas desventajas desde el punto de vista económico y, en ocasiones, de pareja.
Si bien es cierto que no puede hablarse de una edad ideal para quedar embarazada, cuando tienes entre 20 y 30 años tienes dos factores muy importantes de tu lado, la biología y el tiempo. A esta edad tu organismo está en excelentes condiciones para concebir y además tienes bastante tiempo por delante para tener más hijos si esa es tu decisión. Por lo mismo, te explicaremos todo lo que necesites conocer sobre la fertilidad y embarazo entre los 20 y 30 años.
Sin embargo, es bueno que tengas presente que tu edad al momento de concebir implica ventajas y desventajas en relación con el embarazo
Tus ventajas
Si nos remitimos estrictamente a las condiciones biológicas, esta es la mejor edad, no sólo para concebir sino también para llevar adelante el proceso completo de tu embarazo. La edad promedio en que una mujer está en su momento de mayor fertilidad es, a juicio de los especialistas, a los 24 años.
Al momento de nacer ya traías en tu cuerpo todos los óvulos que tendrás durante tu vida, aproximadamente un millón. Con el paso de los años este número se va reduciendo hasta alrededor de 300.000 al llegar a la pubertad, de los cuales solamente unos 300 serán liberados de tus ovarios a lo largo de tu vida reproductiva.
Producto del paso del tiempo y debido al envejecimiento natural de tu cuerpo, tus ovarios envejecen también y los óvulos que contienen ya no son tan viables como en los primeros años. Debido a esto, las posibilidades de que los óvulos de mujeres más jóvenes presenten anormalidades genéticas es menor que en las mujeres de mayor edad. También el peligro de que tengas un aborto espontáneo es menor, entre los 20 y 24 años este alcanza el diez por ciento, entre los 35 y 39 años es de 18 por ciento y entre los 40 y 44 años se eleva a un 35 por ciento.
Otro punto a favor de tener entre 20 y 30 años es que en general el proceso mismo de embarazo es físicamente más fácil de llevar. Existe un menor riesgo de que se te presente alguna complicación como diabetes o hipertensión arterial y además eres menos propensa a dar a luz a un bebé prematuro o de bajo peso.
Existen otros problemas ginecológicos, como por ejemplo endometriosis o fibromas, que tienes menos probabilidad de sufrir si estás entre los 20 y los 30 años. Estas condiciones suelen desarrollarse y volverse bastante complicadas con el paso del tiempo.
Un bebé pequeño implica despertarse varias veces en una noche… y claro, a la mañana siguiente debes estar en pie para hacerle frente a otro día. Si eres una mamá de entre 20 a 30 años estarás en mejores condiciones para soportar este ritmo que puede volverse un poco agobiante, sobre todo al principio.
Las veinteañeras sienten mucha ilusión por ser madres, tienen mucha energía para desarrollar su faceta maternal. Además, al estar comenzando tu vida independiente estás más abierta y flexible ante el mundo nuevo que se te presenta, lo que es muy bueno tanto para tu matrimonio como para tu maternidad.
Bueno, pero no todo es perfecto, también tienes desventajas.
Cuando tienes 20 años o un poco más por lo general estás en la etapa de establecerte, definiendo tus metas, académicas, profesionales o laborales. Tener un bebé en este momento de tu vida conlleva un paréntesis en todas estas actividades, lo que podría jugarte en contra al momento de retomar el ritmo.
La maternidad genera una gran carga económica a lo largo de la vida de una mujer. Es un hecho estadístico que una madre muy joven tendrá menores ingresos que una mujer de igual edad que no tenga hijos, incluso si retoma su trabajo inmediatamente después del fuero maternal. Este es el principal motivo para que muchas mujeres posterguen el embarazo.
Debido a que en general la gente joven todavía no tiene suficiente experiencia de vida, pueden verse abrumados en la primera etapa con el bebé ya que no asimilan que si bien es un período muy demandante, es temporal. Es posible que te sientas agobiada o deprimida y que él se sienta abandonado o desplazado por el pequeño miembro de la familia que acapara toda tu atención.
Muchas parejas veinteañeras simplemente no están preparadas para ser padres dados los sacrificios que implica esta labor. Esa es posiblemente una de las razones de que los hijos de mamás más jóvenes tiendan a tener más problemas de conducta que los niños de las de mayor edad.
¿Cuáles son mis probabilidades de éxito?
Bien, revisemos las estadísticas. Entre los 20 y los 30 años tus probabilidades de embarazarte en un solo ciclo de ovulación alcanzan el 25 por ciento. Si quieres quedar embarazada y lo intentas durante un año tus posibilidades de éxito son del 98 por ciento si tienes una edad próxima a los 20, en cambio, si estás por cumplir los 30 se reducen un poco hasta el 84 por ciento.
Entre las mujeres de 20 años sólo un siete por ciento presenta alguna dificultad para concebir, una cifra muy baja comparada con la de las mujeres de más de 40 que alcanza el 66 por ciento.
Las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo son tres veces más altas en una mujer de 40 años que en una que está entre los 20 y los 25.
¿Cómo embarazarme ahora?
Estás en un gran momento para hacerlo, pero para elevar todavía más tus posibilidades de tener un embarazo satisfactorio y un bebé saludable, es recomendable que tomes algunas medidas.
Si ocurre que no quedas embarazada inmediatamente, sólo sigue intentándolo. Por regla general, los médicos establecen un plazo de un año de intentos antes de derivarte a un especialista en fertilidad. Sin embargo, es recomendable una consulta antes de ese plazo si es que tienes algún indicio de que podrías tener dificultades para quedar embarazada, porque tienes reglas irregulares o padeciste alguna enfermedad de transmisión sexual por ejemplo, o en el caso de que tu pareja tenga problemas con la producción de esperma.