Como mujeres, constantemente nos planteamos desafíos para superar nuestras expectativas de vida. Uno de éstos es el de ser madre, pero la presión que nos ejercemos para cumplir esta meta nos pasa la cuenta, cayendo severamente en un cuadro de estrés: factor anticonceptivo.
Esta reacción fisiológica dificulta directamente la acción del hipotálamo, glándula cerebral encargada de regular las emociones, el apetito y las hormonas que participan en la ovulación, provocando un proceso tardío o cancelándolo completamente. Por lo tanto, si estás teniendo relaciones con tu pareja durante tu periodo fértil sin obtener resultados positivos, probablemente estés estresada.
Sin embargo, debemos clasificar 2 tipos de estrés:
- constante: se refiere a las diversas situaciones estresantes del diario vivir, a las que nuestro cuerpo y organismo va adaptándose para no resultar alterado fácilmente.
- repentino: consta de aquellos momentos sorpresivos que afectan tu ciclo y por ende, a tu periodo fértil, como por ejemplo: la muerte de algún familiar o amigo cercano, o un accidente, entre otros.
Cabe destacar que así como las situaciones negativas conducen al estrés, las positivas también lo hacen. Por ejemplo, si con tu pareja también están planificando casarse, deben tomarlo con calma, ya que los preparativos de una boda conducen al nerviosismo y las ansias para que todo salga perfecto, 2 factores que también influyen en tu proceso de ovulación.
Señales de estrés
Si estás intentando concebir un embarazo y tienes estrés, es probable que acercándose el día de la ovulación, tu cuerpo te avise expulsando moco cervical de manera irregular, es decir, habrá días en que sientas mucho flujo, como también días en que no arrojarás nada porque el estrés estará influenciando de manera interruptora.
Cabe destacar que si desarrollas una ovulación tardía, la fase lútea de tu ciclo menstrual, que comienza inmediatamente después de la ovulación, se extenderá. Esto evitará correr riesgos de aborto espontáneo en los primeros meses de embarazo, ya que una fase lútea corta va directamente ligada con esta pérdida.
Una ovulación correcta se puede confirmar al día siguiente tomando tu temperatura basal, correspondiente a la temperatura de una persona tras dormir mínimo 5 horas, si ésta aumenta constantemente quiere decir que tu proceso se ha efectuado.
Concluyendo, si no quieres que el estrés te pase la cuenta interviniendo en tu planificación para ser mamá, debes observar tu flujo vaginal para identificar tu periodo de ovulación y comenzar a tratar de concebir con tu pareja en un ambiente relajado, disfrutando siempre de su actividad sexual, en vez de pensar todo el tiempo en que debes embarazarte.