Si ya has tenido a tu bebé y presentas alguno de los siguientes síntomas postparto, es importante que acudas a un especialista.
- Profunda tristeza, depresión, sentimientos suicidas o potencialmente dañinos para tu bebé.
- Sangrado abundante que no cesa, de color rojo intenso, con grandes coágulos y olor desagradable.
- Fiebre, sin importar si es alta o no. Podría ser síntoma de una infección.
- Te duele el abdomen o la pelvis, o no se te quitan los dolores postparto.
- Una herida de cesárea roja, inflamada o con pus.
- Tu vagina o perineo están adoloridos, o bien el dolor causado por la episiotomía o desgarro empeora, se irrita o supura.
- Dolor en el pecho, que no se alivia con compresas ni al amamantar. Una zona del pecho hinchada o enrojecida, acompañada de síntomas similares a los de un resfriado.
- Al hacer pipí experimentas dolor o ardor; necesitas ir al baño muy seguido aun sin tener orina; la orina es oscura y poco abundante o con restos de sangre.
- Una pierna está más hinchada que la otra o te duele o está acalorada de manera persistente.
- Sufres de dolor de cabeza intenso que no disminuye.
- Ves borroso, doble, nublado o con motas y destellos de luz al mirar.
- Vomitas explosivamente y sin parar.
- Tienes inflamada o adolorida el área de la inserción intravenosa.
- Te cuesta respirar o sientes dolor en el pecho.
- Toses con sangre.
- Presentas una hemorragia abundante.
- Experimentas distintos síntomas de shock, como mareos, debilidad, taquicardia, respiración rápida, sudoración, agitación o confusión.