Hay personas que son muy curiosas, poco atinadas, ignorantes o hasta insensibles. Nos podemos encontrar con alguna de ellas y recibir comentarios desubicados.
Los siguientes ejemplos negativos muestran que debemos pensar antes de hablarle a una madre recién separada.
- «¿Cuál es el monto de tu pensión alimenticia?»
A nadie tienen por qué preocuparle esos detalles. Además, son comentarios que llevan a hablar mal o suponer cosas de la ex pareja. ¿Para qué?
- “¿Cómo está tu vida sexual?»
Esta pregunta ni siquiera exige explicación. A todas luces, está mal hacerla.
- “Lo bueno es que estarás más desocupada»
Es claramente una opinión fundada en la ignorancia. Lo cierto es que una mamá separada tiene tantas cosas que hacer como el resto de las mamás, y a eso se añaden mil preocupaciones más. Por lo demás, cuando a los niños les toca irse con su papá, puede ser muy difícil de sobrellevar. Así que la soledad no es sinónimo de tiempo libre.
- «¿Serás capaz de rehacer tu vida?»
Inquietudes como esas afectan la seguridad personal. Como si la mamá no se hubiese preguntado eso, otras personas se lo refriegan en la cara. Es como decirle “¿Habrá otro hombre que se haga cargo de tus hijos?”. Nada que ver.
- «No quisiera ser tú»
Puede que quien diga esto no tenga idea de lo que está hablando; tal vez vea las cosas peor a como las ve la mujer involucrada en la situación, o tenga una idea machista de las cosas. La realidad es que hoy las mamás solas no tienen de qué avergonzarse y no se acaba el mundo cuando se va el hombre del hogar.
- “¿Llevarás a tus hijos al psicólogo?
Aunque a veces es necesario, no siempre la terapia es obligatoria. Eso depende de si hay o no conflictos graves o algún tipo de trauma involucrado. Pero sea cual sea el caso, no es una pregunta pertinente.