Si eres una persona que disfruta de su soledad, puede resultar todo un desafío enfrentarte a un mundo nuevo para ti, donde están presentes muchas personas: tus hijos, sus compañeros, sus profesores, otras madres, visitas familiares, etc.
¿Cómo encajar tu personalidad con las nuevas demandas que exige ser mamá?
¿Tímida o introvertida?
Es importante puntualizar que estas características no definen de la misma manera a una persona; mientras la introvertida escoge la soledad, la tímida encuentra muy difícil socializar con otros. La persona introvertida valora enormemente su mundo interior, por lo que pasar tiempo consigo misma es fundamental para ella. Sus habilidades sociales no son deficientes, como sucede con la tímida, pero prefiere pocos amigos en su vida.
Una vez que se tiene claro qué tipo de persona se es, es vital velar por el bienestar emocional. Ser mamá no implica descuidarse a una misma, y si necesitas un espacio y tiempo para ti sola, debes asegurarte de tenerlo.
Adapta en lo posible tu manera de ser
Para una mamá, las reuniones de padres, las fiestas de niños o los paseos con el curso son muy comunes. Si eres introvertida o tímida, primero tienes que aceptarte y procurar comprender tus sentimientos frente a estas situaciones. Luego, teniendo este conocimiento, será más fácil adaptarte para satisfacer las necesidades de tus hijos o tu familia.
Este trabajo debe comenzar desde que tienes al bebé en tu vientre; leyendo e informándote acerca del rol de ser papás y lo que se espera de la madre, así como definir qué tipo de crianza llevarás a cabo. No tienes por qué copiar estilos de otras personas, ni comparar a tu familia con otras. Más bien, debes ajustar tu nueva familia a la personalidad de sus integrantes, en especial si tus particularidades emocionales te abruman un poco.
Finalmente, no importa qué tipo de personalidad tengas, la clave del éxito y la felicidad familiar no radica en ésta, sino en las cualidades que se manifiesten, como el respeto, la comunicación y el amor.
