La oxitocina o también conocida como la hormona del amor es una hormona que se libera de manera natural en el organismo de la mujer en diferentes momentos de la vida, sobre todo durante el embarazo y el proceso de parto.
La hormona del amor durante los primeros meses de embarazos no se encuentran del todo activas, pero su presencia se hará sentir intensamente en los últimos meses del embarazo, especialmente en el momento del parto.
Según un estudio realizado en Estados Unidos, puede existir un mecanismo protector desarrollado en el cerebro femenino en el momento de dar a luz que prevendría el dolor crónico post-operatorio.
Los cambios hormonales relacionados con el parto inhibirían el desarrollo del dolor.
Se realizaron análisis en las hormonas de 1.200 mujeres y se les entrevistó 6 meses después de tener a su bebé. De éstas, el 1,8% sentía dolor aún. Después de un año, sólo un 0,3% tenía alguna dolencia relacionada con el parto.
¿Qué protege a las mujeres contra el dolor?
Se analizaron las fuentes de esta protección natural con el fin de innovar en tratamientos para prevenir el dolor crónico post cirugías o traumas.
Por ahora, los estudios en ratones de laboratorio muestran que niveles elevados de la hormona oxitocina, conocida como hormona del amor, protege contra el dolor crónico, actuando en el cerebro y la médula espinal de madres que han dado a luz.
Habrá que esperar si es posible realizar estudios en el futuro en seres humanos que sean igual de efectivos.
¿Qué ocurre cuando no se produce la oxitocina necesaria para llevar a cabo el parto?
Cuando se debe inducir el parto por razones estrictamente médicas, o si es preciso acelerar el proceso de parto o la embarazada no produce suficiente oxitocina, se hace necesario suministrar oxitocina sintética (Una de las opciones utilizadas para inducir el parto cuando los médicos lo consideran necesario. Aunque también se emplea para controlar la hemorragia post-parto).