Uno de los cambios más grandes para las nuevas mamás es la alteración en la rutina de sueño; algunas duermen un poquito más y otras menos, pero todas se enfrentan al desafío de cumplir con su rol habiendo dormido poco la noche anterior.
Señales evidentes
Si te sientes más cansada o lenta que lo normal, y no sabes por qué, probablemente te falte sueño. Ese cansancio puede hacer que hagas algunas cosas sin pensar, como poner tu café en la mamadera del bebé o guardar las cosas donde no debes. Por otro lado, si te notas de peor humor o más irritable que antes, puede deberse a lo mismo.
Otros signos son el quedarte dormida a ratos durante el día, el sentir que el reloj anda más lento y el tener bloqueo mental. Si lo único que quieres es dormir en cualquier superficie cómoda que ves, es porque necesitas dormir más.
Algunos consejos para no quedarte dormida en todas partes:
- Evita la cafeína y toma agua
Aunque lo primero que se te ocurra sea tomar mucho café, té o bebidas cola, no es la mejor idea porque te despertarán por un ratito y luego volverás a sentirte adormilada. Lo mejor para mantenerte despierta es mantener el cuerpo hidratado, así que bebe suficiente agua fresca.
- Toma una ducha en la mañana
Una buena ducha sirve para despertar; incluso puedes hacerlo a media tarde, cuando tengas que salir con el niño. Gracias a la ducha recuperarás energía y mejorará tu ánimo para seguir con todas tus actividades diarias.
- Haz una lista de pendientes
Como el sueño nubla los pensamientos, tener una lista de las tareas más importantes te ayudará a ser más eficiente.
- Aprovecha las siestas del bebé
Crea una rutina de sueño para el pequeño, ayudándote de música relajante o un baño tibio. Así, si el bebé duerme profundamente, tú también podrás. Al menos tendrás un espacio de unas 4 horas de corrido para descansar.
- Pide ayuda a tu pareja
Algunos papás organizan turnos para cuidar del bebé, para que ambos puedan dormir algo y estar más descansados al otro día.
Finalmente, ten presente que con el tiempo lograrás recuperar tu sueño y organizarte mejor. Y sobre todo, no creas que eres una mala mamá por tener sueño, es todo lo contrario, es por cuidar de él que haces tanto sacrificio.