Psicóloga: Paola Augant
Con el tiempo las mujeres hemos ido ganando terreno en la sociedad, de mujeres necesitadas de protección de un macho Alfa a mujeres totalmente capaces (ojo concepto absolutamente errado acuñado por una sociedad machista) puesto que siempre lo hemos sido pero por alguna razón hemos tenido que reivindicarnos en esta posición. Ya no es nada extraño que mujeres independientes, antes mal llamadas «Mamás Solteras» (término muy mal aplicado) sean quienes cumplen ese rol de madre y padre, que por una infinidad de motivos terminan realizando la labor de crianza solas.
Es así como nos convertimos en madres, padres, mujer trabajadora, ejecutiva, psicóloga, enfermera, profesora, administradora, contadora etc. Tenemos tantos títulos y seguramente no estudiamos nada de aquello simplemente surgen por las necesidades.
Muchas veces y por una cuestión de crianza o presión social solo nos centramos en los hijos, TODO gira en torno a ellos, y la verdad es que somos más que mamás pasamos a tener un montón de profesiones pero todas esas habilidades nuevas solo las centramos en nuestra labor de crianza, se nos olvida que antes de ser madres también somos mujeres, personas, y nos sentimos culpables cuando siquiera pensamos en la posibilidad de salir solas ¿Te ha pasado? Tranquila, no eres la única que lo ha sentido.
Es por ese mismo motivo es que muchas mujeres se han auto vetado socialmente, es decir dejan de ser parte del rebaño, ahora están solo abocadas a la crianza y se coartan cualquier opción que esté fuera de esas cuatro paredes, auto anulandose como persona y mujer.
Lo más triste de todo es que si salen a hacer algo para uno mismo, viene ese sentimiento de culpa. Algunas mamás hasta lloran, sintiendo que están haciendo algo en contra del bienestar de sus hijos.
Ese sentimiento culposo que hace postergar cualquier cosa que signifique una gratificación personal y que no incluya a su retoño tiene que ver con la historia de vida y crianza. Los conceptos y estereotipos que tenemos de cómo debe ser una «buena mamá» o como dice la sociedad que debe ser una mamá.
Es fundamental que como mujeres tengamos espacio, un tiempo que permita salir de la rutina de la crianza. Eso no las hará menos mujeres o malas madres, simplemente es ocuparse de uno mismo. No solo eres madre por parir, son mujeres ante todo y eso es un concepto que por alguna extraña razón queda olvidado, siendo que aprendes a hacer mil cosas al mismo tiempo, te descuidas.
No hay que olvidar que la vida no gira en torno a nuestro retoño, son parte de la vida, de nuestra vida, y debemos poner atención también a nosotras, si nos sentimos bien con el «yo» que formamos día a día, todo lo demás fluirá con naturalidad.
La crianza es parte de la vida de una madre pero no es lo único, no olvidemos que antes de ser madres somos mujeres, individuos personas y nos debemos tiempo y dedicación también.
