Si ya tuviste a tu bebé y aún pareces embarazada, no te preocupes, existen efectivas maneras de tonificarlo.
Experto: Jorge sandoval, gineco-obstetra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile
Es posible que te sorprendas bastante al ver cómo queda el abdomen (o guatita) después del parto. Muchas mujeres sufren una gran hinchazón con forma de globo alrededor del ombligo, que lucirá como una guatita de seis meses de embarazo, a otras les aparece una franja oscura en la piel debajo del vientre (línea negra) e inclusive algunas sufren una concentración de estrías, que no son otra cosa que pequeñas cicatrices producto del fuerte estiramiento de la piel.
Luego de que tengas a tu bebé, la parte media de tu abdomen se irá “desinflando” gradualmente hasta tener una apariencia similar a la que tenía antes del embarazo, de hecho, el útero suele tardar alrededor de cuatro semanas en volver a su tamaño habitual. Muchas células de tu organismo también se hincharon durante el embarazo y ahora comenzarán a soltar un líquido que será liberado en la orina, en la transpiración y en las secreciones vaginales.
La grasa que acumulaste se irá quemando poco a poco, en especial si estás amamantando y haciendo ejercicio, pero ten presente que es un proceso lento y que podrían pasar varias semanas antes que notes cambios.
El caso de las estrías y la línea negra es distinto, porque lamentablemente van a estar ahí por más tiempo. Las estrías comienzan a ser menos evidentes al cabo de seis a doce meses luego del parto. La línea negra también se irá atenuando, pero no antes de un año después del nacimiento y es probable que no desaparezca completamente.
Si subiste menos de 14 kilos, hiciste ejercicio de manera constante durante tu embarazo, estás amamantando y fue tu primer parto, lo más probable es que adelgaces bastante rápido. En cambio, si no estás dando pecho debes poner especial cuidado en tu alimentación para poder adelgazar, aunque muchas mamás que dan pecho tienen bastantes problemas para bajar los últimos dos a cuatro kilos, esto, para algunos especialistas se debe a una provisión extra de grasa que genera el organismo para favorecer la producción de leche.
Hacer ejercicio
La actividad física adecuada es una gran ayuda, pueden ser caminatas, yoga postparto, bailes enérgicos, etc. También puedes seguir un plan más fuerte y riguroso de ejercicios aeróbicos y movimientos enfocados en los músculos del abdomen. No obstante, debes asegurarte de que tu cuerpo esté preparado para tal rutina de ejercicios, siempre consulta a tu médico y recuerda que lo más importante es disfrutar de esta etapa de la maternidad con tu bebé.