Muchas madres quieren volver rápidamente a su forma anterior después de dar a luz. Sin embargo, antes de que puedas reanudar tu programa de ejercicios después del parto, tu cuerpo necesita regenerarse, especialmente el útero y el piso pélvico, y eso lleva tiempo.
Tras el parto, comienza el posparto y durante este tiempo el descanso está a la orden del día. El cuerpo necesita esta fase de recuperación para recuperarse del estrés del embarazo y el parto.
Además, el cuerpo gestiona un cambio completo durante este tiempo: curación y regresión del útero, producción de leche y el inicio de la relación de lactancia con el bebé.
Paso a paso, también restaura tu estado normal: Los órganos se deslizan de nuevo a su lugar original, el tejido conectivo se tensa, los ligamentos y los tendones tienen que tensarse, los moretones y los desgarros sanan. El suelo pélvico necesita una reconstrucción cuidadosa, solo de seis a nueve meses después del nacimiento vuelves a ser completamente resistente.
Tras el confinamiento, el cuerpo vuelve a estar preparado para afrontar mayores retos deportivos como hacer ejercicios después del parto: El período posparto dura entre cuatro y seis semanas después de un parto vaginal. En caso de complicaciones o después de una cesárea, la fase de regeneración dura de seis a diez semanas.
¿Cuándo es posible volver a hacer ejercicios después del parto?
El programa deportivo habitual debe esperar después del nacimiento hasta que el suelo pélvico y, en el caso de diástasis de rectos, los músculos abdominales vuelvan a estar completamente elásticos.
Una pequeña autocomprobación puede darte una indicación de si tu suelo pélvico está lo suficientemente entrenado: Si puedes saltar varias veces con la vejiga llena sin perder orina, es una buena señal. Antes de que la formación habitual pueda comenzar de nuevo, un ginecólogo debe dar el visto bueno.
¿Por qué es tan importante el suelo pélvico?
Los músculos del suelo pélvico tienen un gran efecto en una sensación corporal estable: El suelo pélvico consta de varias capas de músculos que cierran la pelvis hacia abajo como una hamaca elástica.
Transporta los órganos internos y estabiliza la parte baja de la columna. Además, permite orinar y defecar de forma controlada y sujeta el cuerpo al estar de pie y al caminar.
¿Qué deporte es adecuado inmediatamente después del nacimiento?
Hacer ejercicios después del parto a menudo se denomina gimnasia posnatal. Al principio, el fortalecimiento de los músculos abdominales y del piso pélvico está en la agenda; los músculos de la espalda también están involucrados.
Después de un parto vaginal, el ginecólogo puede mostrarte los primeros ejercicios fáciles, como ejercicios de respiración o tensar diferentes grupos musculares, justo al comienzo del parto.
Sobre todo, hacer ejercicio y deporte inmediatamente después del parto y durante el parto significa escuchar tu propio cuerpo y aceptar los límites de tu resistencia. En detalle, los primeros ejercicios después del parto podrían verse así:
- Después de un parto vaginal: El ejercicio ligero, como dar vueltas con los pies, mover los dedos de los pies hacia arriba y hacia abajo, y las caminatas cortas son buenas formas de activar la circulación y aumentar el flujo sanguíneo. Los ejercicios postnatales suaves y el entrenamiento ligero del suelo pélvico también pueden comenzar sin exigir demasiado del cuerpo. Sin embargo, aún debes evitar otros deportes.
- Después de una cesárea: Los médicos generalmente recomiendan que después de la operación esperes hasta después del posparto antes de hacer cualquier deporte, incluido un curso posparto. La cicatriz abdominal tiene que sanar y las capas cortadas de músculo, grasa y tejido tienen que volver a conectarse. Sin embargo, a menudo ya es posible hacer círculos con los pies o mover los dedos de los pies y activar la circulación.
- Ya sea parto vaginal o cesáreo, en ambos casos es importante realizar los movimientos cotidianos con la mayor suavidad posible en el suelo pélvico durante las primeras semanas. Aquí hay consejos concretos para la vida cotidiana: Evite los movimientos bruscos. Por ejemplo, al ponerte de pie, asegúrate de rodar sobre tu costado con las rodillas dobladas y las piernas rectas. Apóyate con tu brazo para sentarte. Al toser y estornudar, alivia el suelo pélvico sujeta la cabeza para mirar por encima del hombro. Además, puedes apoyar el abdomen con una mano.