Seguramente durante el embarazo y debido al aumento de peso tus rodillas sufrieron algunas molestias, y en muchos casos esto es normal, pero, ¿qué pasa cuando sientes dolor de rodillas postparto?
En los meses de gestación, el organismo se prepara para el momento del parto, produciendo relaxina, hormona que permite que el cartílago de la articulación púbica y de la pelvis tenga mayor elasticidad, favoreciendo así el paso de feto, facilitando el alumbramiento.
No obstante, esta hormona no funciona exclusivamente en los cartílagos de la pelvis, la relaxina afecta el resto de las articulaciones del organismo, incluyendo tus rodillas.
Junto al peso que las articulaciones de las rodillas tuvieron que soportar, se le debe anexar el hecho de tener el bebé en brazos, llevarlo hasta la cama o cuna, las posiciones corporales que adoptas para amamantar, la retención de líquidos y los kilitos de más que aún quedan durante las primeras semanas después de dar a luz, estas son las causas de la aparición de dicha molestia.
¿Qué debes hacer?
- Es necesario que mantengas una buena postura.
- Debemos tener en cuenta que a medida que los músculos y articulaciones vuelvan a fortalecerse, estas molestias irán desapareciendo.
- Si los dolores son constantes e intolerables, es necesario que acudas con el traumatólogo.
- Lo ideal es no realizar actividades agravantes.
- Evitar arrodillarte.
- Ir incorporando la realización de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, siempre bajo la autorización de un especialista.
El dolor de rodillas postparto es más común de lo que podemos pensar, cuando en el embarazo aumentamos de peso, se experimenta la laxitud en los ligamentos, para que el bebé logre pasar por el canal vaginal.
¿Qué ejercicios puedes realizar?
- Puentes
Para realizarlo, acuéstate boca arriba y coloca tus brazos a los lados, dobla o flexiona las rodillas y cerciórate que tus pies queden alineados con los hombros y que los dedos estén rectos. Ahora, lentamente, comienza a levantar el trasero del suelo y mantén esta postura por un segundo antes de volver a bajar de forma pausada.
- Eleva las piernas de costado
Acuéstate sobre un costado en una superficie recta, el brazo debe quedar extendido y la oreja inferior en el hombro, las piernas deben estar apiladas, y ahora haz una pequeña curva en la cintura, posteriormente coloca las piernas hacia adelante, pero solo unos centímetros, ahora deberás elevar la pierna de arriba hasta donde puedas sin inclinarte y luego comienza a bajar la pierna.
Otros ejercicios que puedes realizar son:
- Pelota para sentadillas
- Estiramiento de los isquiotibiales
- Estiramientos en T modificados
Si el dolor no cesa, recuerda visitar a tu médico, el realizará los estudios pertinentes y determinará si es necesaria la utilización de fármacos.