Después del parto, en las mujeres suelen presentarse diferentes dolores, esto se debe a todos cambios que ocurren en su cuerpo durante la etapa del embarazo y al esfuerzo físico que emplean en el parto. Entre estos dolores, uno de los más resaltantes es el que se produce en las nalgas.
El dolor de nalgas puede darse por el pinzamiento del nervio ciático y además por la rotación del hueso sacro. Este afecta directamente las articulaciones de las caderas, irritando también las piernas.
Cuando este dolor aumenta por acostarse de espalda y disminuye o mejora al estar de costado, se dice que es por el hueso sacro. Esto puede tratarse con algunos ejercicios de estiramientos, fisioterapias y osteopatía, si el dolor sigue presente puedes consultar al médico para que te recete algún tipo de analgésico, si estás dando pecho debes indicárselo al doctor para que el medicamento recomendado deba ser compatible con el período de lactancia.
Cuando el dolor es producido por el nervio ciático, se debe a causa del desplazamiento de la pelvis y un incremento del arqueamiento de la espalda, que van relacionadas al desarrollo del útero hacia delante. Este dolor puede presentarse de manera leve y puede ir aumentando con los días, en ocasiones impide algunos movimientos en la mujer.
Lo primero que debes entender es que para aliviar este dolor necesitaras recostarse en un colchón duro para descansar, si aun así el dolor continua puedes acudir al médico para que este te indique algún medicamento idóneo para mejorar el dolor, recuera que el mismo debe ser el indicado para el proceso de lactancia en el caso que estés dando pecho.
Es importante resaltar que el dolor en las nalgas es normal durante el postparto, al igual que otros que se dan durante el parto, y en cualquiera de los casos nombrados anteriormente es primordial tener mucho reposo para que puedas sentir un alivio rápidamente, en caso de no ser así la opinión de un profesional es la mejor opción para informarte de todo lo que puedes hacer para combatir este dolor.