Cosas a las que no debes renunciar cuando eres madre trabajadora

Cuando nos enteramos que seremos mamás un sinfín de emociones pasan por nuestra cabeza, nos olvidamos del mundo exterior y sólo nos enfocamos en nuestros bebés y ser madres, aún cuando somos trabajadoras, organizamos todo sobre el pre y posnatal, con el propósito de disfrutar más tiempo de la maternidad.

Sin embargo, después que damos a luz y llega la hora de reincorporarnos a nuestra rutina laboral habitual, pensamos que esto implica dejar de hacer ciertas actividades con nuestros bebés y si bien es cierto que el tiempo nos limita, es posible seguir creciendo y aprendiendo junto a nuestros pequeños.

¿Por qué compaginar trabajo y maternidad?

Necesidad: Una de las principales razones por las cuales una madre debe comenzar a trabajar aún estando su bebé pequeño, son los problemas económicos del hogar (también se incluye al padre o pareja).

Sustentabilidad: Para darle a los niños y al núcleo familiar la calidad de vida necesaria, en el 43% de los casos a nivel mundial, la pareja necesita trabajar para mantener la rentabilidad y calidad de vida en el hogar.

Satisfacción personal: También existen los casos de las mujeres, madres y esposas empresarias que se han esforzado mucho por tener una carrera y establecerse exitosamente en el ámbito laboral, y deciden compaginar la maternidad con su crecimiento profesional.

No obstante, cual sea la razón que te lleva a trabajar luego de ser madre, lo importante es equilibrar nuestro tiempo y espacio, para que, de esta manera podamos brindarle a nuestros hijos el amor y atención que necesitan y merecen.

¿A qué no debemos renunciar cuando somos madres trabajadoras?

Es posible organizar nuestros horarios y así poder compartir con ellos, desde muy chicos, lo relevante es que el niño sienta la presencia de sus padres y que no se vean desplazados.

¿Qué hacer para lograrlo?

En tiempos modernos son muchas las madres que deben salir a trabajar para mantener el hogar ¡NO ESTÁS SOLA! 

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