Cierra ahora los ojos y concéntrate en las técnicas de respiración durante el parto. La idea de las técnicas de respiración durante el parto se basa prácticamente en mantenerla rítmica, equilibrada y profunda, evitando que la inspiración sea más larga que la exhalación, para que así el parto se desarrolle con mayor facilidad y sientas un poco menos de dolor.
Desde luego, es lógico que por la presión y el nerviosismo tu respiración se vuelva superficial y rápida, especialmente durante las contracciones más fuertes. No hay nada de malo con esto, siempre y cuando no empieces a respirar cada vez más rápido y te descontroles totalmente.
Existen algunos consejos o técnicas de respiración durante el parto que puedes aplicar al momento del parto y que te ayudarán:
- Inspira, haz una pequeña pausa y luego exhala. Repites, pero haciendo una pequeña pausa y, así, comienza de nuevo el ciclo. La profundidad de ambas debe ser igual, es decir que la misma cantidad de aire que inhalas es la misma que botas por la boca.
- Otro buen método es concentrarse en la respiración, pero pensando en la palabra “RELAX”. Cuando inspires piensas en la sílaba “RE” y cuando exhales en la sílaba “LAX”. La idea es que te concentres especialmente en la exhalación alargando la vocal de la sílaba: “…LAAAAAX”. Procura mantenerte respirando así sin que nada te distraiga, pero concéntrate en los músculos que sabes que se ponen tensos cuando estás nerviosa, por lo general los hombros, las manos y la mandíbula.
- Otra forma para controlar la respiración en el parto es contar mientras respiras, al inspirar y al exhalar. Lo más cómodo suele ser que cuentes hasta tres al inspirar y hasta cuatro al exhalar.
- Por último, trata de mantener la boca lo más relajada posible sin moverla mucho. Podría ser beneficioso para ti que hagas un sonido al exhalar, algo como “aaaaaaaah”.
Es natural que te sea muy difícil mantener una respiración rítmica y relajar tu cuerpo al exhalar mientras estás teniendo contracciones dolorosas, especialmente si las cosas no van tan rápido como quisieras. Sin embargo, este es el momento en que el apoyo de quien te esté acompañando en el parto – ya sea tu pareja, un familiar o una amiga- se vuelve fundamental.
Esta persona debe estar cerca de ti, de manera que puedas verla, puede darte las manos o apoyarlas en tus hombros. La idea es que esa persona también haga los ejercicios de respiración, para que puedas seguirlo y mantener un ritmo estable, inclusive en los momentos más dolorosos de las contracciones; así, aún cuando te pierdas podrás concentrarte en su respiración para retomar la tuya.
Pujar y respirar
Recuerda que mantener la respiración es importante al momento de pujar para que tu bebé salga, por eso es bueno que mantengas el patrón de respiración y, de este modo, logres pujadas eficaces. Un tip, no olvides que debes pujar localizando el esfuerzo desde tu bajo vientre hacia más abajo y afuera.
No es bueno que trates de pujar el mayor tiempo que puedas, o que contengas la respiración mientras lo haces, porque de esa manera te agotarás rápidamente, disminuyendo tu suministro de oxígeno y el de tu bebé. La idea es que acompañes la contracción con cuatro o cinco pujadas, porque así usarás tu energía de manera eficiente.
Hay ocasiones en que algunas mujeres comienzan a pujar antes de que el cuello del útero se haya dilatado por completo. Si ese es el caso, es probable que el médico pida que te contengas y no pujes hasta que el cuello de tu útero esté listo, lo que en ocasiones puede resultar muy difícil. Una forma en que puedes posibilitar esto es arrodillarte y poner una de tus mejillas sobre el colchón dejando la pelvis levantada. Una vez que sientas la contracción, jadea cuatro veces, inhala rápido, termina con otros cuatro jadeos breves y sigue con el ciclo.