Como sabrás, un embarazo normal dura 40 semanas. Sin embargo, es poco común que los bebés sean tan puntuales, por lo que es frecuente que un bebé nazca entre las 38 y las 42 semanas. En ocasiones, el bebé se retrasa y nace entre las semanas 41 y 42. Esto se conoce como embarazo a término tardío.
¿Qué procedimientos se realizan?
Si ya pasaste la semana 40, monitorearán al feto para asegurarse de que todo esté bien. Si ya estás llegando a la semana 42, es muy posible que el doctor decida inducir el parto. De hecho, en varios hospitales existe una política de inducción del parto en estos embarazos tardíos.
¿Hay algún riesgo?
Si bien podría suceder que el bebé simplemente no esté listo para nacer, o que se haya calculado mal la fecha de nacimiento, hay algunos peligros si demora mucho. Entre estos están:
- Que el bebé aumente de tamaño considerablemente al interior del útero. Esto podría provocar que su cabeza no encaje en la pelvis y se dificulte el borramiento y dilatación del cuello uterino, complicando el parto. Por lo general un bebé muy grande requiere una cesárea o un parto instrumental, lo que conlleva una recuperación más difícil.
- Que la placenta deje de aportar los nutrientes necesarios para el bebé. Los riesgos en este caso son altos, ya que la placenta, al ir madurando excesivamente, pasaría a ser unaplacenta vieja o hipermadura y no suministraría el oxígeno que el bebé requiere.
- Que el líquido amniótico disminuya. En este caso el cordón umbilical dejaría de flotar y podría comprimirse con los movimientos del bebé o con las contracciones, imposibilitando que lleguen suficientes nutrientes y oxígeno al pequeño.
- Que se contamine el útero con meconio. Esto sucede cuando, por la falta de oxígeno dentro del útero, el bebé hace sus primeras deposiciones en el interior del útero y expulsa el meconio. El bebé podría aspirar meconio en el momento en que la madre de a luz.