Aunque estas situaciones raramente se dan, es bueno que en caso de tener un parto sorpresivo, se tengan en cuenta ciertas recomendaciones ante un parto de emergencia.
Generalmente el parto se programa con anterioridad, teniendo una posible fecha del alumbramiento. Si bien, esta situación es la que se da en la mayoría de los casos, hay veces en que las madres no alcanzan a llegar al hospital y deben prepararse para un parto de emergencia, teniendo a su bebé en la casa, calle o vehículos. Aunque los alumbramientos bajo estas circunstancias son los menos, hemos visto en los noticiarios algunos de ellos.
Las mujeres que presentan este tipo de parto son las que anteriormente tuvieron nacimientos rápidos, las que han tenido varios hijos o las que iniciaron prematuramente el parto.
Para que se dé esta situación de emergencia, la madre debe tener todos estos síntomas:
- Contracciones muy seguidas: con un tiempo de menos de dos minutos de separación.
- Necesidad de pujar: la mamá no puede evitar las ganas de pujar.
- Abertura vaginal: puede verse la cabeza del bebé entre cada contracción.
Si la madre siente que el bebé ya viene en camino, debe pedir ayuda a otra persona que asista el parto. Mientras, es necesario que se llame a un servicio médico para que atienda a la mamá luego del alumbramiento.
Los pasos que se deben seguir para el parto de emergencia en la casa o en otro lugar son:
- Tener los elementos necesarios: toallas o sábanas limpias, recipiente para el líquido amniótico y la sangre.
- Higiene: en lo posible, mantener ciertas medidas de limpieza. Que la persona que realice el parto se lave las manos y lavar con jabón la zona vaginal de la madre.
- Comodidad de la mamá: aunque las circunstancias no sean las mejores, hay que tratar que la mujer esté lo más cómoda posible. Puede ubicarse al borde de una cama o de una mesa, usando toallas limpias. Asimismo, retirar cualquier prenda que le sea incómoda.
Mientras se espera el nacimiento, la mamá deberá ponerse de lado. Luego, cuando se acerca el bebé, pasará a estar de espalda, con las rodillas flexionadas y las piernas separadas.
- Viene el bebé: cuando comienza a aparecer la cabeza del bebé, es importante decirle a la mamá que no puje, ya que puede provocar una expulsión demasiado violenta que dañe el periné. A cambio, puede soplar o jadear. En el momento que el bebé empieza a salir, la persona encargada debe poner una mano debajo de la abertura vaginal, de modo que haga presión en cada contracción, suavizando la salida del pequeño.
- Recibiendo al bebé: cuando el bebé comienza a asomarse por la vagina de la mamá, hay que sostenerlo por la cabeza con ambas manos y tomarlo con una toalla para que no se resbale. Cuando ya nació, limpiarle las secreciones de su boca y nariz. Para asegurarse que el menor esté respirando, sostenerlo con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba hasta que llore.
- Cordón umbilical: no se debe cortar, pero si hay que evitar que la sangre continúe hacia la placenta. Es bueno tener a mano una cuerda gruesa y atarla a 10 centímetros del ombligo, de esta forma se impide el paso de sangre a la espera de asistencia médica.
Si el cordón viene alrededor del cuello del bebé, se debe tomar con el dedo índice y pasarlo por su cabeza.
Si el nacimiento se hace urgente y la madre va en un auto, lo recomendable es detenerse y acomodarla en el asiento trasero. Las prendas de vestir y chaquetas que se tengan en el auto, ayudarán a la asistencia del parto.