El dolor experimentado durante el trabajo de parto y el parto puede provocar una serie de respuestas corporales que pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Por lo tanto, es importante que el dolor se controle de forma eficaz, y muchas deciden optar por la anestesia epidural para el parto.
Los anestésicos epidurales son la forma más popular de manejo del dolor elegida actualmente por las pacientes durante el trabajo de parto.
En Chile y el mundo se encuentran disponibles varios anestésicos con propiedades variables. Los anestésicos epidurales deben ser administrados con cuidado por un profesional calificado para minimizar las complicaciones, como el dolor de cabeza posdural.
Además, los profesionales de la salud deben asegurarse de que se cumplan las pautas emitidas por la Sociedad de Anestesiólogos. Para una administración segura y eficaz, el farmacéutico debe supervisar la preparación de los anestésicos epidurales y colaborar estrechamente con el equipo de manejo del dolor.
Anestesia epidural
La anestesia epidural implica la inyección de un anestésico local y un opioide en el espacio epidural lumbar, desde el cual se difunde gradualmente a través de la duramadre hacia el espacio subaracnoideo. Aquí actúa principalmente sobre las raíces nerviosas espinales y, en menor grado, sobre la médula espinal y los nervios paravertebrales. Dado que el espacio epidural es relativamente más grande que el espacio espinal, se requiere más volumen anestésico que con una inyección espinal. El inicio de la acción de una epidural es de unos 15 minutos; la de la inyección espinal es casi instantánea.
Idealmente, la anestesia epidural da como resultado un bloqueo segmentario de los nervios sensoriales y simpáticos y una disminución de las catecolaminas endógenas, lo que permite el inicio del alivio del dolor. También puede causar hipotensión o restauración de la presión arterial (PA) a los niveles previos al trabajo de parto. Si bien el grado de efecto de las neuronas motoras depende de la concentración de anestésico local, la mayoría de los anestésicos locales regionales afectan solo al músculo esquelético, no al músculo liso, a dosis clínicamente relevantes. Esto significa que la amplitud o frecuencia de las contracciones en el miometrio no disminuye.
El anestésico generalmente se administra después de que se ha establecido el diagnóstico de trabajo de parto activo y la paciente ha solicitado alivio del dolor.
El dolor de parto preocupa tanto a la futura mamita, como a los profesionales al momento de traer al mundo al pequeño bebé. Con el tiempo se han utilizado distintos fármacos para aliviarlo, pero el más efectivo en relación al riesgo y beneficio es la anestesia epidural.
La anestesia epidural permite mantener la lucidez de la madre, aunque puede disminuir parcialmente su poder de colaboración debido a que pierde el control de la mitad inferior de su cuerpo. En la actualidad se utiliza la anestesia peridural continua, que permite la permanente administración del anestésico, en poca cantidad, a medida que disminuye su efecto.
A pesar de ello, esta técnica no está exenta de riesgos o complicaciones, ya que es una inserción de una aguja y catéter en el espacio epidural, donde se introducen distintos fármacos que pueden provocar efectos que muchas veces no esperamos.
Ventajas de usar la epidural
- Es un calmante muy efectivo que puede utilizarse durante todo el parto (aunque por regla general no te la pondrán hasta que ya lleves varios centímetros de dilatación).
- El anestesista puede controlar los efectos regulando el tipo, la cantidad y la intensidad de la medicación. Esto es importante porque a medida que progresa el parto y el bebé desciende, la dosis que administraron podría perder efecto, o de pronto, la madre podría sufrir dolor en otra área.
- Como el efecto de la medicación es local, estarás despierta y alerta durante el parto y el alumbramiento. Y, al no sentir dolor, podrás descansar si lo deseas mientras el cuello del útero se dilata. Como resultado, tal vez tengas más energía cuando llegue el momento de pujar.
- A diferencia de los narcóticos generales, sólo una pequeña cantidad de la medicación llega al bebé.
- Una vez que se coloca la epidural, se puede utilizar para dar anestesia en caso de necesitar una cesárea o si van a ligar las trompas después del parto.
Desventajas de la Epidural
- Su aplicación implica que tu parto será manipulado médicamente desde el inicio.
- Existe la posibilidad de dolor de cabeza después de la anestesia.
- El dolor de cabeza puede durar unas cuantas horas después del nacimiento.
- Incrementa las probabilidades de un parto con fórceps.
Una dosis para cada mujer
La dosis de cualquier medicamento que se utilice para calmar el dolor va variando conforme avanza el trabajo de parto, ya que las estructuras comprometidas en la génesis del dolor van cambiando.
Contraindicaciones de la anestesia epidural
Hay riesgos que pueden derivar de la punción, como de efectos propios de los medicamentos en el organismo de la mamá y del bebé.
Las complicaciones pueden ser varias, las que van de poco frecuentes y algunas altamente peligrosas. Entre ellas están:
- Hipotensión arterial de la madre: Es una disminución de la presión arterial, puede generar un malestar en la madre como en el bebé. Se maneja a través de líquidos intravenosos en la mujer.
- Ralentización del proceso de parto: Las mujeres que optan por esto deben administrarse oxitocina intravenosa.
- Baja capacidad para pujar: La anulación del dolor, puede traer una pérdida de sensibilidad.
- Dolores de cabeza: Se producen cuando la aguja pasa del espacio epidural al intradural, puede durar hasta una semana. Se recomienda beber bastante agua y descansar.
- Pérdida de sensibilidad en la vejiga: Algunas mujeres con epidural necesitan sondajes vesicales para vaciar su vejiga durante el parto.
- Escalofríos
- Dolores en la punción: Esto ocurre por la aguja que atraviesa las capas de músculo.
- Fallos de la anestesia epidural: Hay algunas mujeres que no le hace efecto o puede ser que la anestesia se lateralice. Por esto, se mueve el catéter o se vuelve a hacer la punción.
Datos acerca de la anestesia epidural
- Tiene que permanecer en una posición incómoda entre 10 y 15 minutos mientras colocan la epidural y esperar otros cinco a veinte minutos hasta que el efecto sea completo. Sin embargo, esto es un inconveniente menor cuando el beneficio que se obtiene es de horas sin dolor.
- Según el tipo y la cantidad de medicación que recibas, puedes perder un poco de sensación en las piernas y no ser capaz de ponerte de pie. En algunos casos, particularmente al comienzo del parto, se precisa muy poca anestesia para aliviar el dolor, de manera que podrás conservar la fuerza y la sensación habitual en las piernas y moverte sin dificultad.
- Puede bajar el ritmo del parto, por lo que tal vez necesites occitocina (medicamento que estimula las contracciones) para recuperarlo.
¿Cómo repercute en el recién nacido la epidural?
Aunque algunos expertos aseguran que la epidural no afecta en lo absoluto al bebé, otras investigaciones han destacado que los bebés de aquellas mujeres a quienes se les administró epidural, presentan resultados negativos en el test de Apgar, tienen problemas para el inicio de la lactancia (succión) y algunos deben ser ingresados a la unidad de cuidados intensivos.
Un estudio realizado por la Universidad de Granada observó a 2.609 niños nacidos en el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda (Jaén) entre 2010 y 2013, dando como resultado efectos adversos en los bebés de las mujeres en quienes se usó este anestésico.
¿Por qué pasa esto?
- Efecto directo: Por la reacción farmacológica que causa el paso de la epidural al bebé a través de la placenta.
- Efecto indirecto o secundario: Esto a consecuencia de las modificaciones hormonales que sufre la madre por este y otro fármaco cuando entran en contacto.
La colocación de la epidural va aunada a la oxitocina artificial, esto para evitar retrasar el parto, sin embargo, al aplicar el anestésico, esta hormona no funciona de la misma forma que cuando el cuerpo la produce naturalmente.
Aún queda mucho que investigar sobre este tema y las opiniones varían según cada experiencia. Muchas madres están agradecidas por la administración de anestesia para el parto por ayudarles a enfrentar con mayor fuerza el momento del alumbramiento, con menos dolor y poca angustia, mientras que otras mamitas se muestran satisfechas por tener un parto sin analgesia.