Línea púrpura

Línea púrpura

La Línea púrpura aparece durante el trabajo de parto y es de color violeta, púrpura o azulada, que sube desde el ano hacia el coxis (entre medio de los glúteos) y sirve para estimar cuántos centímetros de dilatación presenta la futura mamá.

Llegó el momento del parto, ya presentas algunas contracciones y muchos médicos o matronas realizan un tacto vaginal para saber cuántos centímetros de dilatación tiene el cuello del útero y ver si este canal ya está preparado para la salida del bebé o si aún hay que esperar. Este procedimiento es sumamente necesario, pero puede resultar incómodo para la mujer e, incluso, puede ponerla más nerviosa alterando el curso natural del parto. Ante este escenario, la línea púrpura aparece como una alternativa al tacto vaginal ya que ayuda a estimar cuántos centímetros de dilatación tiene la futura mamá.

A pesar que no cuenta con una alta evidencia científica, la observación de la línea púrpura y su avance indicaría cómo va progresando la dilatación durante el trabajo de parto. Por ejemplo, si la mujer está recién con unos 2 centímetros de dilatación, la línea aún es pequeña y recién se aprecia cómo comienza a aparecer desde la zona del ano hacia arriba. Si la embarazada ya va en unos 4 o 5 centímetros la línea mide cerca de 5 cm. y está a mitad de camino. En cambio, al momento de la dilatación completa del cuello del útero la línea mide cerca de 10 cm. y llega a la altura del coxis.

Para observar la línea púrpura, es recomendable que la mujer esté apoyada en sus cuatro extremidades o en cuclillas. Esta línea puede ser un buen sistema de alerta para indicar cuál es el momento indicado para acudir al hospital, clínica, o centro médico donde nacerá tu bebé.

Esta técnica, reduce el riesgo de infecciones producto de tactos vaginales innecesarios, ya que es muy útil para observar cómo progresa la dilatación en la mujer. Sin embargo, no reemplaza el tacto vaginal porque no entrega información sobre la posición de la cabeza del bebé ni si es necesario rotarla o no antes de empezar a pujar.

Por eso, lo ideal es combinar ambas técnicas para que el momento del trabajo de parto sea lo menos invasivo posible, explicándole a la mujer exactamente qué se necesita saber con el tacto vaginal y, una vez que todo esté correctamente, observar la dilatación por medio de la línea púrpura.

Recomendaciones

Dile a tu marido, pareja, madre o a una amiga de confianza que, cerca de la fecha estimada de parto, observe la zona de la línea púrpura (desde el ano hacia arriba) para saber cuál es el punto de partida. Luego, en el trabajo de parto será más fácil reconocerla y observar su avance.

Si los tactos vaginales te ponen nerviosa y resultan incómodos para ti, pregúntale a tu médico o matrona sobre la línea púrpura y la posibilidad de reducir los tactos vaginales a la menor cantidad posible.

Recuerda que la línea púrpura sólo indica la dilatación del cuello del útero en el trabajo de parto, por lo que si deben practicarte una cesárea ésta puede no aparecer.

No olvides que la línea púrpura no reemplaza los tactos vaginales ya que este último es el único método para conocer la posición de la cabeza de tu bebé. La línea sólo puede reducir la cantidad y/o frecuencia con que se practican los tactos.

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