La contención de orina en la mujer suele ser complicada, las estadísticas indican que una de cada dos mujeres sufre de perdidas involuntarias de orina (incontinencia), esta situación tiende a agravarse en función de la edad y en las etapas pre y post parto.
Experto: Eduardo jiménez, Kinesiólogo Centro Médico y dental La Familia, Colina. OTEC ANC Global Ltda
En 1948 el Dr. Arnold H. Kegel desarrolló técnicas físicas para fortalecer la musculatura Que compone el piso pélvico que sostiene la vejiga, intestino y útero. Posteriormente estas técnicas Han sido perfeccionadas y complementadas pasándose a llamar técnicas de rehabilitación pelviperineal.
Dentro de los desordenes que podríamos encontrar, tenemos de dos clases, los desordenes temporales por distensión o elongación moderada, y los desordenes definitivos. En el caso de Los primeros las técnicas buscan restituir la función muscular, y en la segunda, recuperar la máxima fuerza posible a través de la hipertrofia de las fibras funcionales y propiciar las actividades sinergistas de contención.
Se considera que el parto es uno de los factores más importantes que desencadena prolapsos e incontinencia de orina de esfuerzo. En el momento del parto pueden darse dos tipos de agresiones que ponen en peligro la continencia urinaria futura. La primera sobre el esfínter uretral, debido a su aplastamiento entre dos superficies óseas (cabeza del bebé y pubis) y La segunda que se produce por la distensión o excesiva elongación de los músculos del piso pélvico en donde se pueden generar rupturas fibrilares, fasciculares o musculares.
Evaluar durante el embarazo y post embarazo la fuerza muscular del suelo pélvico debería ser imprescindible para evitar futuras complicaciones relacionadas con la incontinencia.
Evaluación simple de la fuerza muscular del piso pelvico
0 – Sin contracción palpable o visible.
1 – Contracción muscular débil y temblorosa.
2 – Contracción débil pero claramente perceptible.
3- Contracción fuerte, pero que no puede vencer una resistencia mínima.
4- Contracción fuerte que puede vencer una resistencia leve.
5- Contracción máxima que puede vencer una resistencia importante.
Una evaluación inicial inferior a 3 es signo de problemas y señal que deberíamos tomar en cuenta este impasse.
Dentro de las técnicas de tratamiento se encuentran el biofeedback, la electroterapia, la re-educación perineal propiamente tal y las terapias del comportamiento, las cuales deberían ser realizadas por un especialista calificado.
Para realizar un ejercicio básico, lo primero que debemos hacer es encontrar los músculos del suelo péllvico, esto se puede realizar de muchas maneras, una forma simple es recostada, insertando un dedo en su vagina y apretando como si estuviera evitando una descarga de orina. Si usted logra sentir la presión en su dedo significa que ya ha encontrado los músculos del piso pélvico. Pasada esta etapa debe realizar estos sencillos pasos:
- Vaciar la vejiga.
- Mantener relajada la musculatura abdominal, glúteos y muslos durante todo el ejercicio.
- Solo apretar los músculos del piso pélvico manteniendo por 10 segundos ( 5 series).
- realizar tres veces diariamente (mañana, tarde, noche).
- Los ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar, por lo tanto no hay excusas para la prevención.
- Los ejercicios no deberían ser realizados más de lo aconsejado aquí puesto que se podría generar el efecto contrario por fatiga muscular.
- Si existe presencia de dolor debe consultar al especialista.