Ya casi termina tu embarazo y seguramente te preguntas si el segundo parto será como el primero. Si la experiencia de tu primer parto y nacimiento fue buena, analiza por qué todo anduvo bien y, en lo que dependa de ti, haz las mismas cosas.
Si fue una mala experiencia, puedes redactar un plan de nacimiento detallado para evitar las cosas que te causaron tensión y dificultad. Habla con tu doctor para que te ayude a prepararlo.
El parto
Puede que la cabeza del bebé se demore más en encajarse en tu pelvis que en tu primogénito y que aún no esté encajada a las 40 semanas. Cuando comience el trabajo de parto las contracciones lo bajarán gradualmente hacia la pelvis. En este caso, puede que las contracciones sean más intensas que en tu anterior embarazo, pero suelen ser más eficaces y abrir el cuello del útero más rápido; esto es porque la pelvis ya ha pasado por esta experiencia y la dilatación resulta más fácil, y las paredes vaginales se acomodan más elásticamente a la cabeza de tu bebé. Si es que hay algún desgarro, será menos grave que en tu primer parto.
¿El nacimiento tardará más o menos que el primero?
Los primeros partos suelen ser muy largos. La llamada «fase latente» (antes de la dilatación uterina de 3 cm) puede durar horas. Generalmente, los partos posteriores son más rápidos porque la pelvis y la vagina adquieren flexibilidad. Expertos señalan que la duración de los segundos partos es significativamente menor que la de los primeros, disminuyendo también la necesidad de aumentar las contracciones por medio de medicamentos.
¿Será más fácil que el primero?
Es probable que quieras evitar a toda costa otro parto inducido o cualquier otra intervención traumática del primer nacimiento. Por esto, habla sobre tus preocupaciones e infórmate correctamente sobre tus miedos para evitarlas. Habla con tu matrona o médico para que te den ideas para prepararte, y, si vas a dar a luz en un hospital, elige uno con las menores tasas de intervención posibles. Si tu primer bebé nació por cesárea, pero ahora quieres un parto vaginal, las probabilidades de lograrlo son muy reales. Mientras el embarazo sea normal y no tengas complicaciones (como el bebé de nalgas o preeclampsia, por ejemplo) es muy probable que des a luz vaginalmente.
Bebés prematuros
Si tu primer bebé fue prematuro puede ser que el segundo lo sea, pero el riesgo aumenta según las circunstancias del primer parto. El riego puede ser pequeño, moderado o alto. El primero se depende de si el primer bebé nació en la semana 40 más o menos, pero fue más pequeño de lo normal. El segundo, si tu primer bebé nació prematuramente pero con un peso normal para la edad. Y el tercero, si el primer bebé nació prematuramente y con menos peso del que le correspondía. Si tu trabajo de parto empieza prematuramente de nuevo, lo notarás en seguida. Debes atenderte cuanto antes.
¿Un bebé más grande?
Se dice que los segundos bebés suelen ser más grandes que los primeros, y puede que te preocupes si el primero ya fue grande. Lo mejor es que no prestes atención a estos cuentos, ya que los estudios revelan que, en promedio, los segundos niños pesan sólo 138g más que sus hermanos mayores. ¡No es mucho! Además, existe una tendencia natural a «buscar la media», o sea, que si el primer bebé pesó más de 3.720g, lo más probable es que el segundo pese menos. De todas maneras, el medico no debería tomar decisiones sobre tu cuidado asumiendo que el segundo bebé pesará más que el primero.
Episiotomías y rasgados
Si en tu primer parto sufriste alguno de estos problemas, esta vez trata de colocarte en posición vertical para empujar en la segunda etapa del parto. Así, el perineo se dilatará suavemente para que el bebé no te cause daño. Un masaje perineal también puede ayudar. Infórmate al respecto.
Si te sientes mayor para volver a tener hijos
Los especialistas actuales han estudiado que a partir de los 40 años, las madres tienen una perspectiva de embarazo, parto y maternidad más positiva que en estudios anteriores. Las mujeres estudiadas no consideraron que la edad fuera un problema y sintieron que podían ofrecer mucho al bebé por su experiencia. Lo fundamental es que muestres un compromiso y dedicación hacia el bebé y a ti misma.