Contracciones de Parto: Lo que necesitas saber

Todo lo que necesitas saber sobre las contracciones

El útero es un órgano formado por un tejido muscular, por ende tiene actividad contráctil durante toda la vida  (no tiene que ver con contracciones de parto y resultan ser ligeras). Está formado por una capa de músculo especial, que se llama miometrio y como todos los músculos del organismo, tiene la capacidad de contraerse y relajarse aunque fuera del periodo prenatal esto no es percibido por la mujer.

Este es uno de los temas que preocupa mayormente a las madres primerizas ¿me va a doler? ¿Las podré soportar? ¿Pujaré de forma correcta? Y si no puedo ¿Qué pasa?, son algunas de las interrogantes que se hacen las nuevas madres. Es necesario saber que cada madre percibe las contracciones de parto de forma diferente y la mejor manera de saber sobrellevar este momento es asistiendo a clases de educación prenatal o practicando ejercicios suaves de relajación previos al nacimiento del bebé. Además, evitando los esfuerzos físicos durante el embarazo (caminar rápido, correr, levantarte de forma brusca, levantar objetos pesados) y psicológicos (estrés, discusiones, nostalgia, tristeza), podrás evitarlas antes de tiempo.

Durante las 30 semanas del embarazo se manifiestan dos tipos de contracciones:

Las contracciones de Álvarez, que son muy suaves y de gran frecuencia.

Las contracciones de Braxton Hicks, que se presentan en forma más intensa y esporádica.

Las contracciones de parto aumentan progresivamente, tanto en intensidad como en frecuencia: esta es la señal de que el cuello del útero está empezando a ablandarse ¡Comenzó el trabajo de parto! La fase del trabajo del parto comienza cuando se alcanzan los tres centímetros de dilatación. Las contracciones de parto se presentan a intervalos regulares, primero cada 20 minutos, después, cada cuarto de hora y, al final, cada 10 y 5 minutos. El dolor se siente tanto en el bajo vientre como en la región lumbosacra. Son estas contracciones las que ayudan al bebé a nacer. A partir de la semana 25 se pueden comenzar a presentarse pero con baja intensidad, sin embargo, es necesario ir al médico para controlarlas.  

A su debido tiempo, esta dolorosa labor se convertirá en ¡el mejor momento de sus vidas!

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